Satoshi Nakamoto, amante del ramen y dueño de un gato perezoso llamado Sol, había creado Bitcoin hacía mucho tiempo y se había desvanecido en la oscuridad. Pero un día, mientras buscaba nuevos proyectos de criptomonedas, se topó con la cadena de bloques ultrarrápida de Solana y una avalancha de monedas meme. La curiosidad pudo más que él.
Atraído por la moda, Satoshi invirtió en una moneda meme que prometía revolucionar los fideos, "RamenCoin". Emocionado, vio cómo los precios se disparaban. Pero con la misma rapidez, el proyecto se vino abajo y desapareció con sus fondos.
Satoshi miró la billetera vacía. "Incluso yo me quedé con una moneda meme..." murmuró, mientras Sol dormitaba tranquilamente, ajeno al caos.