IRÁN VS ISRAEL

1. Mayor volatilidad: las tensiones y los conflictos geopolíticos, como los que se dan entre Irán e Israel, suelen provocar una mayor volatilidad del mercado, lo que hace que los precios de las criptomonedas oscilen drásticamente.

2. Huida a refugios seguros: durante las guerras, los inversores pueden buscar refugio en las criptomonedas como alternativa a las monedas locales inestables o a los activos tradicionales, lo que aumenta la demanda de activos digitales como Bitcoin.

3. Alteración de los mercados tradicionales: la guerra puede alterar los mercados financieros tradicionales, lo que genera un mayor interés y una mayor dependencia de las finanzas descentralizadas (DeFi) y de los intercambios de criptomonedas que no se ven afectados por los conflictos físicos.

4. Sanciones y elusión de restricciones: los países involucrados en guerras suelen enfrentarse a sanciones internacionales. Las criptomonedas ofrecen una forma de eludir estas restricciones y seguir comerciando o realizando transacciones a nivel internacional.

5. Amenazas a la ciberseguridad: con la guerra surge el riesgo de ciberataques, que pueden tener como objetivo tanto a los gobiernos como a los intercambios de criptomonedas. Los comerciantes deben ser conscientes de las posibles brechas de seguridad en sus plataformas.

6. Fuga de capitales: la guerra puede provocar la fuga de capitales de las zonas de conflicto, ya que las personas intentan proteger su riqueza. Las criptomonedas proporcionan una forma sencilla de mover dinero a través de las fronteras de forma rápida y segura.

7. Respuestas regulatorias: los gobiernos pueden imponer regulaciones más estrictas sobre el comercio de criptomonedas durante tiempos de guerra para evitar el uso indebido de las monedas digitales para financiar conflictos o evadir sanciones.

8. Inestabilidad económica: la guerra causa inestabilidad económica, que a menudo conduce a la devaluación de las monedas locales, lo que impulsa a más personas a utilizar criptomonedas como cobertura contra la inflación y las crisis financieras.