Worldcoin prometió revolucionar la identidad digital, pero ha generado más confusión que innovación.
En un espacio donde la privacidad es clave, vincular la identidad personal a la criptomoneda a través de escaneos de iris parece más distópico que innovador.
En cuanto al precio, WLD se mueve de forma lateral, con un volumen de operaciones reducido que indica que tanto los compradores como los vendedores han decidido esperar. El mercado parece indiferente, como si estuviera esperando algo, cualquier cosa, más emocionante.
Técnicamente, WLD está en dificultades. No está logrando romper la resistencia, el RSI está débil y otros indicadores están dando señales de advertencia. Incluso el optimismo, que suele abundar en la industria, parece haberse desvanecido.
El bombo inicial en torno a Worldcoin se ha desvanecido. Lo que una vez se vio como revolucionario ahora se enfrenta a un escepticismo generalizado y las discusiones en línea se han calmado. Muchos han pasado a otros proyectos, dejando atrás a WLD.
Si bien el concepto de Worldcoin sigue siendo interesante, su futuro es incierto. El escrutinio regulatorio y las preocupaciones por la privacidad son muy importantes y, a menos que el proyecto aborde estos problemas, es probable que WLD permanezca al margen, más como una curiosidad que como un competidor serio en el mundo de las criptomonedas.