En un vídeo publicado el 23 de septiembre, el analista Benjamin Cowen compartió sus pensamientos sobre la trayectoria actual del mercado del oro. Cowen comenzó reconociendo que su último vídeo sobre el oro fue hace aproximadamente un año, cuando el oro cotizaba en torno a los 2.000 dólares la onza. En ese momento, Cowen predijo que el oro seguiría un patrón similar a su comportamiento en 2019, rompiendo un nivel de resistencia clave y subiendo posteriormente. Cowen señaló que esta ruptura efectivamente se produjo, y desde entonces el oro ha subido aproximadamente un 27%, superando su precio objetivo original de 2.500 dólares la onza. Al reflexionar sobre este repunte, Cowen expresó su agradable sorpresa por la rapidez con la que el oro logró estas ganancias.

Cowen enfatizó que, si bien muchos inversores en criptomonedas pueden no ver el oro como una inversión lucrativa, sirve como una señal crucial para las tendencias más amplias del mercado. Explicó que el comportamiento del oro en marzo de 2024 proporcionó un indicador temprano de que Bitcoin podría experimentar un pico de mitad de ciclo, lo que llevaría a una tendencia a la baja durante los siguientes seis meses. Según Cowen, los inversores podrían haber utilizado esto como una señal clave para anticipar el enfriamiento de los mercados de criptomonedas a pesar del sentimiento alcista prevaleciente en ese momento.

Aunque reconoció que el oro ha tenido un rendimiento inferior al del S&P 500 durante largos períodos, Cowen señaló que hay momentos en que el oro desempeña un papel fundamental en las carteras. Destacó el mercado alcista de 2001-2011, en el que el oro se apreció un 600%, mientras que el S&P 500 se mantuvo relativamente estable debido al colapso de las puntocom y la crisis financiera. Cowen reiteró que el oro puede actuar como cobertura contra caídas más amplias del mercado, especialmente durante períodos en los que los mercados de valores tradicionales se estancan o caen.

Cowen también habló sobre el concepto de banda de soporte del mercado alcista del oro, un indicador técnico clave que utiliza para evaluar las tendencias a largo plazo. A diferencia de Bitcoin, que utiliza promedios móviles semanales, la banda de soporte del oro se basa en promedios móviles mensuales (la media móvil simple (SMA) de 20 meses y la media móvil exponencial (EMA) de 21 meses). Cowen destacó que, a lo largo de la década de mercado alcista del oro, encontró constantemente soporte en estos niveles, excepto durante la crisis financiera, cuando experimentó una caída significativa. Este soporte técnico ha continuado en el mercado alcista actual del oro, y Cowen señaló que el metal se ha mantenido por encima de su banda de soporte desde 2019.

De cara al futuro, Cowen especuló que el oro podría experimentar retrocesos ocasionales, pero no los ve como razones para salir de posiciones. En cambio, los ve como oportunidades potenciales para quienes buscan exposición al oro. Cowen agregó que los mercados alcistas del oro son diferentes de los mercados alcistas de las criptomonedas en que pueden durar una década o más. Señaló que, si bien los movimientos de precios del oro son más lentos, pueden ser más sostenibles en el tiempo, lo que lo convierte en un activo atractivo para los inversores a largo plazo.

Cowen continuó prediciendo que si el oro continúa siguiendo sus tendencias históricas, podría alcanzar los 3.160 dólares a fines de 2024 y potencialmente los 3.500 dólares a fines de 2025. Reconoció que, si bien estas cifras pueden parecer ambiciosas, la historia del oro muestra que una vez que gana impulso, puede subir durante períodos prolongados. Sin embargo, Cowen advirtió que los inversores deben estar preparados para posibles correcciones en el camino, como se vio en mercados alcistas del oro anteriores.

En cuanto a las diferencias entre el oro y las criptomonedas, Cowen explicó que los movimientos diarios del oro suelen ser mucho menores que los que se observan en criptomonedas como Bitcoin. Un aumento del 0,5% en el oro se consideraría un día fuerte, mientras que en el espacio de las criptomonedas, un movimiento de este tipo podría percibirse como insignificante. Esto, señaló Cowen, refleja los diferentes tipos de inversores que se sienten atraídos por cada clase de activo, siendo el oro más atractivo para quienes buscan estabilidad y preservación de la riqueza a lo largo del tiempo.

En conclusión, Cowen reiteró que, si bien el oro puede no ser tan emocionante o volátil como las criptomonedas, sigue siendo un activo valioso para quienes buscan protegerse contra las caídas del mercado de valores. Enfatizó que el papel del oro en una cartera diversificada no es competir con el S&P 500 o Bitcoin a largo plazo, sino brindar estabilidad en tiempos de turbulencia del mercado. Para los inversores que buscan protegerse contra una posible liquidación del S&P 500, Cowen sugirió que el oro podría servir como una herramienta eficaz junto con otros activos tradicionales de refugio seguro como los bonos y la renta fija.

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