Autor: Alana Levin, socia inversora de Variant Fund Traducción: Golden Finance xiaozou;
Últimamente he notado dos tendencias que parecen estar acelerándose en Internet:
Las aplicaciones existentes se están volviendo cada vez más aisladas y autónomas.
Nuevas empresas emergentes están trabajando para hacer que Internet sea más abierta e interoperable.
Resumo la relación entre estas dos tendencias de la siguiente manera: las empresas establecidas están tratando de consolidar y fortalecer sus márgenes de beneficio y sus fosos, mientras que las nuevas empresas ven estos márgenes de beneficio como una oportunidad.
Una premisa central para lograr una Internet más interoperable es que una aplicación debería poder leer los datos de los usuarios de otra aplicación. Piénselo: SeatGeek le dará prioridad para comprar abonos de temporada según su historial de apuestas anterior en DraftKings; Resy le recomendará restaurantes según los tipos de comida que haya pedido recientemente en Amazon Fresh; Fila le recomendará restaurantes a quienes vieron Emma Navarro'; s US Open y están ofreciendo códigos de descuento únicos a aquellos interesados en comprar equipo de los patrocinadores.
Noté dos tipos de nuevas empresas que persiguen esta oportunidad de Internet interoperable.
El primer tipo de enfoque es consistente con la situación actual de Internet, porque acepta el hecho de que la gran mayoría de los datos de usuario existentes se almacenan en aplicaciones cerradas, y la tecnología subyacente se llama pruebas web, es decir, datos firmados criptográficamente de el servidor web demuestra que el usuario realiza algún tipo de acción en línea. Las pruebas web permiten a los usuarios elegir cómo se utilizan sus datos. En varios de los ejemplos mencionados anteriormente, los usuarios pueden optar por demostrarle a SeatGeak que son usuarios activos de DraftKings. Los consumidores pueden optar por darle a Resy acceso a los detalles de su pedido más reciente de Amazon Fresh, pero no están obligados a hacerlo.
La segunda categoría de enfoques intenta reconstruir las categorías centrales de las aplicaciones de Internet utilizando datos de código abierto persistentes y forzados. Una diferencia clave con respecto al primer enfoque es que nadie controla los datos, por lo que en lugar de que los desarrolladores externos exijan a los usuarios que demuestren que han realizado una determinada acción (es decir, pedir a los usuarios que proporcionen pruebas web), los desarrolladores pueden verificar que los propios usuarios operan. Farcaster es una de las principales empresas en este campo. Es una red social emergente donde todo, desde el gráfico social del usuario hasta publicaciones, me gusta, etc., se almacena en un conjunto de centros distribuidos. Se ha convertido en un próspero centro de desarrolladores y estamos empezando a ver algunas aplicaciones interesantes atrayendo a su red.
Estoy interesado en ambos enfoques. Dado que las carteras criptográficas integradas ganarán una adopción cada vez mayor, podemos empezar a imaginar cómo surgirán nuevos flujos económicos.
En cuanto a lo primero: podemos ver la microeconomía y los mercados de información emergentes aprovechando esta poderosa ola de acceso. Un desafío al que se han enfrentado los usuarios al vender datos hasta ahora es que los datos individuales en realidad no valen mucho. Los micropagos podrían ser una forma para que los consumidores comiencen a monetizar sus datos. Pero también puede ocurrir lo contrario. Me imagino un mundo en el que los consumidores estén dispuestos a pagar por el acceso anticipado a determinadas funciones (por ejemplo, acceso prioritario a las entradas) y en el que el proceso de autorización para este acceso exclusivo requiera prueba web.
Respecto a esto último: la publicidad sustenta una gran parte del flujo económico en Internet hoy en día. ¿Qué pasaría si el mercado se volviera más eficiente al poder hacer coincidir mejor a los consumidores con los productos que desean y garantizar que el dinero que gastan los anunciantes realmente se traduzca en dinero gastado por los consumidores? Escribí esto en un artículo anterior:
Las empresas pueden enviar cupones directamente a las billeteras de los clientes objetivo (ya que cada cuenta está asociada a una billetera).
Se pueden emitir cupones en función de productos similares mencionados en una publicación publicada por el consumidor (o una publicación que siga).
Las empresas pueden operar con la confianza de que los datos siempre serán de código abierto y accesibles (es decir, sin preocuparse de que se retiren las API o aumenten los precios), lo que les permitirá invertir en mejorar la eficacia de sus canales de distribución.
El presupuesto sólo se gastará cuando el consumidor realice una compra (es decir, se utilice el cupón).
Los gráficos de datos de código abierto son fundamentales para hacer realidad esta visión.
En general, ambos enfoques parecen prometedores y apuntan hacia una visión final similar: una Internet más interoperable. Adoptar un enfoque completamente diferente a las decisiones sobre cómo se accede a los datos, qué tipos de datos están disponibles y si satisfacer las necesidades de los usuarios o traerlos al futuro parece ser algo bueno que no perjudica de ninguna manera. ¡Cuantos más experimentos en Internet, mejor!