En la reciente cumbre All-In Summit 2024, el cofundador de Google, Sergey Brin, compartió sus pensamientos sobre el estado actual de la IA y la participación de Google en el avance de esta tecnología. Brin, quien recientemente regresó a Google para trabajar en IA, comenzó enfatizando su entusiasmo por el progreso "alucinante" logrado en el campo. Señaló que la IA ha evolucionado de ser una nota a pie de página en los planes de estudio de informática a convertirse en el centro de la innovación tecnológica actual, y agregó que encuentra asombrosos los avances mensuales en las capacidades de la IA.

Brin explicó que, como científico informático, el progreso logrado en las redes neuronales y el aprendizaje automático durante la última década ha sido particularmente emocionante. Brin compartió cómo la IA ahora toca muchos aspectos de la vida, incluida la programación misma. Reveló que incluso ha utilizado la IA para escribir código, citando un ejemplo en el que hizo que la IA escribiera un programa para generar sudokus y luego resolverlos. Brin expresó asombro por la rapidez con la que la IA completó la tarea, sorprendiendo incluso a los ingenieros de Google, que no se habían dado cuenta del todo del poder de las herramientas a su disposición.

En relación con el tema de los modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM), Brin analizó la búsqueda de un modelo unificado que pueda gestionar múltiples tareas, haciendo alusión al desarrollo de lo que algunos llaman un “modelo de Dios” o inteligencia artificial general (AGI). Señaló que, si bien la idea de un modelo singular capaz de realizar una amplia gama de tareas es atractiva, la realidad actual aún requiere modelos especializados para determinadas tareas. Sin embargo, Brin cree que la tendencia es hacia un “modelo más unificado” que pueda reunir estas capacidades en un sistema potente y centralizado.

Cuando se le preguntó sobre la construcción masiva de chips de IA e infraestructura informática, Brin confirmó que Google está expandiendo su capacidad de cómputo lo más rápido posible para satisfacer la demanda interna y externa. Reconoció que los clientes de Google Cloud están ávidos de TPU y GPU, y la empresa a veces se ve obligada a rechazar solicitudes debido a la disponibilidad limitada. Brin atribuyó esta demanda al afán del mundo empresarial por integrar la IA en sus operaciones, pero también advirtió contra la extrapolación ciega de tendencias en potencia de cómputo, afirmando que las recientes mejoras algorítmicas pueden reducir la necesidad de aumentos exponenciales en el hardware.

Al hablar de las aplicaciones de la IA, Brin destacó el éxito de AlphaFold, que ha revolucionado el campo de la biología al predecir las estructuras de las proteínas. Describió cómo AlphaFold se ha convertido en una herramienta básica para los biólogos de todo el mundo, lo que subraya el potencial transformador de la IA en las ciencias de la vida. Al mismo tiempo, Brin expresó optimismo sobre el futuro de la robótica, aunque reconoció que la tecnología aún carece de la solidez necesaria para un uso cotidiano generalizado. Compartió que, en retrospectiva, las incursiones anteriores de Google en la robótica pueden haber sido demasiado tempranas, pero los avances en los modelos de IA multimodales (que integran el lenguaje, la visión y otros insumos) están creando un camino más claro para futuras aplicaciones.

Brin también habló sobre el equilibrio entre el riesgo y la innovación, en particular en relación con el enfoque cauteloso de Google a la hora de implementar los LLM. Admitió que Google fue inicialmente “demasiado tímido” a la hora de implementar sus modelos de IA a pesar de ser líder en el desarrollo de los modelos Transformer, que sentaron las bases de los LLM modernos. Brin enfatizó que si bien estos modelos a veces pueden cometer “errores estúpidos”, su potencial general supera con creces estas imperfecciones. Cree que las empresas deben estar dispuestas a aceptar algunas “vergüenzas” para poder superar los límites y descubrir nuevas posibilidades.

Al reflexionar sobre la cultura de Google, Brin reconoció que, a medida que la empresa ha crecido, ha habido una tendencia hacia el conservadurismo en el desarrollo de productos. Contó una historia interna en la que los ingenieros dudaban en implementar un código generado por IA porque no era perfecto. Brin animó al equipo a seguir adelante con el lanzamiento, argumentando que la magia de la IA reside en su capacidad de permitir cosas que antes eran imposibles y que la perfección no debería obstaculizar el progreso.

Brin se refirió a la competencia en el espacio de la IA, en particular entre Google, OpenAI y Anthropic. Si bien acogió con agrado la competencia y señaló que impulsa la innovación, también enfatizó que el campo es amplio y está lleno de oportunidades. Brin comentó que, si bien Google fue superado brevemente en ciertos puntos de referencia de IA por los competidores, desde entonces la empresa recuperó su posición a la vanguardia de la innovación en IA. Compartió con orgullo que Google ocupó recientemente el puesto número uno en análisis de modelos de lenguaje de IA durante algunas semanas, lo que subraya el progreso que la empresa ha logrado desde el lanzamiento de ChatGPT y otros modelos de la competencia.

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