La gran estafa de Rocky Rabbit
El proyecto Rocky Rabbit presenta un panorama preocupante cuando se analiza de cerca. A primera vista, las cifras sugieren que, si bien se recaudaron 62,5 millones de dólares de los participantes, cada usuario solo recibió alrededor de 2,81 dólares en tokens. El valor de mercado de los tokens distribuidos, aunque se estima en 70,35 millones de dólares, no se corresponde con los importantes esfuerzos e inversiones realizados por los participantes. Esta importante disparidad entre la cantidad recaudada y los retornos mínimos para los usuarios plantea señales de alerta sobre la legitimidad del proyecto. Apunta a una posible explotación de los participantes, donde el proyecto se beneficia desproporcionadamente en comparación con las recompensas otorgadas a los usuarios. La imparcialidad e integridad de Rocky Rabbit son muy cuestionables, y tiende a ser una estafa, que se aprovecha de los inversores esperanzados con un retorno poco significativo de su inversión.