Bitcoin atraviesa un momento difícil, en gran parte debido a la influencia de Wall Street. Bitcoin, que alguna vez fue considerado un producto revolucionario en las finanzas, ahora funciona como una acción normal. El precio de Bitcoin se sitúa actualmente en 63.105 dólares, un ligero aumento del 0,3% en las últimas 24 horas, mientras que la capitalización total del mercado de criptomonedas también registró una disminución del 0,4%, hasta 2,3 billones de dólares. El volumen de operaciones intradía de Bitcoin cayó un 41,88%, lo que plantea dudas sobre su papel como cobertura en los mercados tradicionales.
La relación entre Bitcoin y el mercado de valores
En el contexto de la caída del precio de Bitcoin, los índices bursátiles estadounidenses crecieron con fuerza. El S&P 500, el Dow Jones y el Nasdaq registraron ganancias de entre el 1,36% y el 1,62%, posiblemente relacionadas con la reciente decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) de recortar los tipos de interés. Normalmente, una bajada de los tipos de interés estimula los activos de riesgo como acciones y criptomonedas, pero la situación actual muestra una tendencia diferente.
Un factor que vale la pena señalar es el aumento en la adopción institucional de Bitcoin y el lanzamiento de ETF al contado de Bitcoin. El 20 de septiembre, estos ETF registraron entradas netas de 91,99 millones de dólares. Si bien es común ver crecer a Bitcoin durante períodos de aumento de los precios de las acciones, también puede ocurrir fácilmente el fenómeno opuesto.
Riesgos relacionados con asociaciones con Wall Street
La conexión cada vez más estrecha entre Bitcoin y el mercado de valores conlleva algunos riesgos. Primero está el aumento de la volatilidad; Bitcoin no sólo es muy volátil sino que también tiende a reaccionar de forma exagerada tras los recortes de tipos de interés. En segundo lugar, el sentimiento actual del mercado juega un papel clave, ya que el precio de Bitcoin está estrechamente vinculado al sentimiento en Wall Street.
Además, factores económicos más amplios están afectando negativamente a Bitcoin, mientras que también acechan riesgos regulatorios. Esta conexión expone a Bitcoin a las regulaciones del mercado de valores.
En última instancia, los inversores minoristas pueden sufrir enormes pérdidas, ya que a menudo toman decisiones basadas en emociones. Si el mercado de valores cae, existe el riesgo de que se produzcan ventas de pánico que podrían provocar un efecto dominó que reduzca el precio de Bitcoin.
Además, esta conexión abre la posibilidad de manipulación del mercado, cuando el dinero inteligente puede aprovechar las fluctuaciones entre los dos mercados para ajustar los precios a su favor.