Según Cointelegraph, la plataforma de redes sociales X de Elon Musk ha tomado medidas para cumplir con las regulaciones brasileñas después de haber estado bloqueada en el país durante casi un mes. El 18 de septiembre, X comenzó a suspender cuentas acusadas de difundir información errónea, tras una orden del juez Alexandre de Moraes. La plataforma también anunció planes para nombrar un nuevo representante legal en Brasil, como lo exige la ley local.

Las cuentas suspendidas incluyen las vinculadas al influencer digital Allan dos Santos y al periodista Paulo Figueiredo, ambos residentes en Estados Unidos. Además, se han cerrado otras nueve cuentas. Se cree que estas cuentas están asociadas con partidarios del expresidente brasileño Jair Bolsonaro y que anteriormente habían sido prohibidas en otras plataformas de redes sociales. Las suspensiones son parte de dos investigaciones en curso sobre la difusión de desinformación.

Musk ha criticado las acciones de Moraes, calificándolas de censura con motivaciones políticas y acusando al juez de actuar como un “dictador” al atacar a los opositores políticos. A pesar de estas acusaciones, un panel de jueces de la Corte Suprema de Brasil confirmó la decisión de Moraes, manteniendo la suspensión de X e imponiendo multas. El gobierno brasileño, encabezado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, ha apoyado los esfuerzos del tribunal, enfatizando la importancia de combatir la desinformación, especialmente a la luz del malestar político supuestamente alimentado por noticias falsas.

El 17 de septiembre, un incidente técnico restableció temporalmente el acceso a X en Brasil debido a un cambio a los servidores de Cloudflare. Esta restauración involuntaria permitió a los usuarios acceder a la plataforma brevemente. Un portavoz de Asuntos Gubernamentales Globales de X aclaró que el acceso fue temporal y se debió a una falla técnica relacionada con el cambio de la infraestructura de red utilizada para brindar acceso a otros países sudamericanos. Según la prohibición de Moraes, los usuarios brasileños que accedan a X a través de redes privadas virtuales (VPN) pueden enfrentar multas diarias de $9,000.