El Banco de Japón (BOJ) ha decidido mantener su tasa de interés clave en el 0,25% anual, como anticipaban ampliamente economistas y analistas de mercado. Esta decisión indica el compromiso continuo del banco central de apoyar la frágil recuperación económica del país en medio de vientos en contra globales y presiones inflacionarias. La decisión del BOJ se alinea con su postura de política monetaria acomodaticia de larga data, que apunta a estimular el crecimiento económico y combatir la deflación. A pesar del aumento de la inflación en Japón, el banco central cree que mantener tasas de interés ultrabajas es necesario para apoyar a las empresas y los hogares y promover una expansión económica sostenible.