Israel colocó explosivos en buscapersonas vendidos a Hezbolá, afirman funcionarios
Israel llevó a cabo una operación encubierta contra Hezbolá ocultando explosivos en un lote de buscapersonas de fabricación taiwanesa importados al Líbano, según funcionarios estadounidenses y de otros países informados sobre la operación. Los buscapersonas, encargados por Hezbolá a Gold Apollo en Taiwán, fueron manipulados antes de llegar al Líbano. La mayoría de los dispositivos eran del modelo AR924, aunque en el envío también se incluyeron otros tres modelos.
El material explosivo, que pesaba entre una y dos onzas, se implantó junto a la batería de cada buscapersonas. En el interior de los dispositivos se insertó un interruptor que se activaba a distancia para detonar los explosivos. A las 15.30 horas en el Líbano, los buscapersonas recibieron un mensaje que parecía provenir de la dirección de Hezbolá. Sin embargo, este mensaje activó los explosivos, lo que provocó una explosión coordinada. El ministro de Salud del Líbano informó de que al menos 11 personas murieron y más de 2.700 resultaron heridas.
Expertos independientes en ciberseguridad analizaron las imágenes de las explosiones y confirmaron que la fuerza y la velocidad indicaban el uso de material explosivo. Mikko Hypponen, especialista en investigación de WithSecure y asesor de delitos informáticos de Europol, señaló que las explosiones no fueron causadas simplemente por fallas en las baterías, sino probablemente debido a modificaciones realizadas en los buscapersonas. Keren Elazari, analista israelí de ciberseguridad, enfatizó que los ataques apuntaban a la vulnerabilidad de Hezbollah, explotando su dependencia de los buscapersonas después de que su líder, Hassan Nasrallah, restringiera el uso de teléfonos celulares debido a preocupaciones por la vigilancia.
El ataque se llevó a cabo con más de 3.000 buscapersonas encargados por Hezbolá y distribuidos entre sus miembros en Líbano y sus aliados en Irán y Siria. Sólo los buscapersonas que estaban encendidos y recibían mensajes resultaron afectados. La operación interrumpió una herramienta de comunicación fundamental para Hezbolá.
Gold Apollo, el fabricante taiwanés de los buscapersonas, se desvinculó de los dispositivos utilizados en el ataque, afirmando que fueron producidos por otra empresa, B.A.C. Consulting, con sede en Budapest. Los intentos de contactar con B.A.C. no dieron resultado. Hezbolá acusó a Israel de orquestar el ataque, pero ha proporcionado detalles limitados. El ejército israelí se ha negado a hacer comentarios sobre el incidente.