Los legisladores chinos están considerando revisar una ley anterior contra el lavado de dinero para mejorar las capacidades de "monitorear" y analizar los riesgos de lavado de dinero a través de tecnologías financieras emergentes, incluidas las criptomonedas.

Según una declaración traducida del South China Morning Post, el portavoz de la Comisión de Asuntos Legislativos, Wang Xiang, anunció las revisiones el 9 de septiembre, citando la necesidad de mejorar los métodos de detección en medio del "rápido desarrollo de nuevas tecnologías".

Las disposiciones legales recientemente propuestas también instan al banco central y a los reguladores financieros a colaborar en la elaboración de directrices para gestionar los riesgos que plantean las amenazas percibidas de lavado de dinero provenientes de tecnologías nacientes.

Wang señaló que las instituciones financieras también serían responsables de evaluar los riesgos de lavado de dinero que plantean los nuevos modelos de negocios que surgen de la tecnología emergente.

El Tribunal Supremo Popular amplía la definición de los canales de lavado de dinero

El 19 de agosto, el Tribunal Supremo Popular, el tribunal más importante de China, anunció que los activos virtuales eran métodos potenciales para blanquear dinero y evitar impuestos. Según el fallo del tribunal:

"Los activos virtuales, las transacciones, los métodos de intercambio de activos financieros, la transferencia y la conversión de los productos del delito pueden considerarse como formas de ocultar la fuente y la naturaleza de los productos del delito".

El fallo también estipuló que el lavado de dinero en cantidades superiores a 5 millones de yuanes cometido por reincidentes o que causó 2,5 millones de yuanes o más en pérdidas monetarias sería considerado un "complot grave" y castigado más severamente.

La hostilidad de China hacia las criptomonedas y los activos virtuales

El gobierno de China tiene una hostilidad bien documentada hacia los activos digitales. En 2017, un regulador del mercado de Pekín exigió a todas las bolsas de activos virtuales que suspendieran sus servicios dentro del país.

La consiguiente ofensiva gubernamental incluyó a las bolsas de activos digitales extranjeras como Coinbase, que se vieron obligadas a dejar de prestar servicios en el país. Además, esto provocó que el precio de Bitcoin (BTC) se desplomara a mínimos de 3.000 dólares.

Más tarde, en 2021, el gobierno chino comenzó a adoptar una postura más agresiva hacia las criptomonedas a través de un enfoque renovado en atacar las operaciones de criptomonedas dentro del país.

Esta iniciativa requirió la colaboración interdepartamental entre el Banco Popular de China (PBoC), la Administración del Ciberespacio de China y el Ministerio de Seguridad Pública para desalentar y prevenir el uso de criptomonedas.

Revista: Cómo los comerciantes y mineros chinos sortean la prohibición de las criptomonedas en China