Sam Bankman-Fried, conocido como SBF, fundador y ex director ejecutivo de FTX, presentó oficialmente una apelación para revocar su condena por fraude después de pasar cinco meses en la cárcel.
Los documentos judiciales presentados hoy revelan que su equipo legal está presionando para que se celebre un nuevo juicio, alegando que el primer juicio fue injusto y parcial desde el principio.
Argumentan que todos los involucrados (los medios de comunicación, los fiscales federales, el patrimonio deudor de FTX e incluso el juez) ya habían decidido que era culpable incluso antes de que comenzara el juicio.
“SBF no es el artífice del colapso de FTX”
Los abogados de SBF cuentan una historia diferente sobre lo que provocó la caída de FTX. Dicen que, en noviembre de 2022, FTX seguía siendo solvente e incluso había alcanzado los 1.000 millones de dólares en ingresos.
Según ellos, la empresa no se hundió por un fraude, sino por presiones externas del mercado y una crisis de liquidez, desencadenada por una ola de retiradas de clientes.
Afirman que los asesores legales de FTX empujaron a la empresa a la quiebra, administrando mal miles de millones en el proceso, mientras culpaban a SBF por el caos.
La defensa sostiene que SBF nunca tuvo la intención de defraudar a nadie y creía que los préstamos otorgados por FTX a Alameda estaban respaldados por garantías legítimas.
Dicen que ambas compañías podrían haber reembolsado a todos los clientes si les hubieran dado un poco más de tiempo.
La defensa intentó presentar pruebas que demostraran que FTX tenía suficientes activos para compensar a cada cliente en cuestión de semanas, pero el tribunal no permitió que esto se mostrara al jurado.
La fiscalía le dijo al jurado que ambas empresas eran insolventes. Afirmaron que habían desaparecido 10 mil millones de dólares y le dijeron al jurado que SBF había robado el dinero, utilizándolo para lujos personales e inversiones riesgosas.
A la defensa no se le permitió refutar estas afirmaciones ante el tribunal, las cuales, según argumentan en la apelación, eran completamente falsas.
Desde entonces, los deudores de FTX han confirmado que los fondos de los clientes eventualmente serán reembolsados y que aún quedan miles de millones de dólares en activos disponibles.
La defensa también está enojada por la forma en que el tribunal manejó las pruebas durante el juicio.
Por ejemplo, a la fiscalía se le permitió alegar que faltaban miles de millones, pero cuando la defensa intentó presentar pruebas para contradecir esas afirmaciones, el juez las bloqueó.
El equipo de SBF dice que tenían pruebas sólidas de que las inversiones que hizo en empresas como Anthropic y Solana fueron realmente inteligentes y rentables, pero no líquidas en el momento de la crisis de liquidez.
Esto, según ellos, no fue presentado adecuadamente al jurado.
Los abogados de SBF también afirman que la fiscalía se basó demasiado en las declaraciones hechas por los deudores de FTX, quienes tenían un interés personal en culpar a Sam en lugar de reconocer su propia mala gestión de los activos de la empresa.
“Fue un testimonio forzado”
Otro gran problema en la apelación tiene que ver con la forma en que el tribunal manejó el testimonio de SBF. La defensa dice que SBF se vio obligado a prever su testimonio sobre la confianza en un abogado, lo que le dio al jurado una visión sesgada de sus acciones.
Agregaron que estaba siguiendo consejos legales y no sabía que estaba infringiendo ninguna ley.
El equipo de SBF también afirma que el gobierno de Estados Unidos violó las reglas de descubrimiento al supuestamente ocultar evidencia que podría haber ayudado a limpiar su nombre.
Otra preocupación que se ha planteado es la parcialidad del juez Lewis Kaplan. En la apelación, los abogados de SBF piden que el caso se reasigne a un nuevo juez si se concede el nuevo juicio.
Citan comentarios que Kaplan hizo durante la sentencia, como cuando dijo:
“Existe el riesgo de que este hombre esté en posición de hacer algo muy malo en el futuro”.
Mientras SBF está ocupado apelando su condena, otros ex ejecutivos de FTX y Alameda ya se han declarado culpables.
Caroline Ellison, que dirigía Alameda, Ryan Salame, que era el director ejecutivo de FTX Digital Markets, Gary Wang, ex director de tecnología de FTX, y Nishad Singh, jefe de ingeniería de FTX, han admitido su culpabilidad.
Sus testimonios fueron clave para el caso de la fiscalía, ya que ayudaron a demostrar que SBF era el cerebro detrás de todo.
Pero la defensa insiste en que estos ejecutivos también estuvieron muy involucrados en el fracaso de FTX y no deberían salirse con la suya tan fácilmente.
Actualmente Caroline está pidiendo una sentencia sin prisión, y Ryan ha logrado enojar a Kaplan, quien ahora amenaza con sancionarlo por mentir en su declaración de culpabilidad.