En un discurso en Nueva York, Trump dijo que si es reelegido como presidente, promoverá que Estados Unidos se convierta en el centro mundial de las criptomonedas y Bitcoin.
Se comprometió a apoyar industrias futuras como las criptomonedas y la inteligencia artificial y reducir las regulaciones. Al mismo tiempo, mencionó que adoptaría las sugerencias de Musk y establecería un comité de eficiencia para revisar el gasto gubernamental para reducir el desperdicio.
La medida de Trump es claramente un intento de atraer partidarios en la industria tecnológica, especialmente aquellos en los campos de las criptomonedas y la inteligencia artificial. Este tipo de industria del futuro es, de hecho, el foco de atención mundial.
Pero cómo equilibrar la regulación de las tecnologías emergentes y la promoción del desarrollo económico es un gran desafío. Los defensores de las criptomonedas quieren menos regulación para promover la innovación, pero la regulación gubernamental también pretende proteger a los inversores y prevenir problemas como el lavado de dinero.
Sus ideas para reducir las regulaciones, impulsar la producción de energía y establecer una comisión gubernamental de eficiencia, aunque potencialmente buenas para la economía, también enfrentarán controversia.
¿Reducir la regulación significa relajar la supervisión de las empresas de tecnología y los mercados financieros?
¿Puede realmente el Consejo de Eficiencia Gubernamental lograr sus objetivos de ahorro de costos?
Son cuestiones que requieren un debate en profundidad.