El presidente ruso, Vladimir Putin, sorprendió a muchos hoy cuando declaró públicamente su apoyo a Kamala Harris en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos. En su intervención en el Foro Económico del Este, Putin dijo con una sonrisa burlona:

“El presidente Joe Biden era nuestro favorito. Desde que animó a su pueblo a respaldar a Kamala, Rusia está haciendo lo mismo”.

Incluso bromeó sobre la risa de Kamala, calificándola de “contagiosa”, e insinuó que su buen humor podría suavizar las políticas estadounidenses hacia Rusia. Esto atrajo la atención de inmediato, especialmente dada la tensión entre los dos países en este momento.

Kamala Harris

La administración Biden acusó recientemente a dos empleados de Russia Today (RT), un medio de comunicación financiado por el Estado, por presuntamente ser parte de una campaña de desinformación destinada a influir en los votantes estadounidenses.

¿El plan de juego de Putin o sólo una broma?

En un clima en el que la interferencia extranjera es un tema polémico, un guiño de Putin podría perjudicar a Harris, haciéndola parecer como si estuviera tratando de acercarse a Rusia, una percepción que podría alejar a los votantes.

Por otro lado, el comportamiento impredecible de Putin podría ser su manera de mantener a todos adivinando, especialmente a aquellos que podrían asumir que favorecería a Trump debido a sus interacciones pasadas.

Si Kamala gana, su administración probablemente seguirá aplicando el duro trato que le dio Biden a Rusia. Kamala ha sido una firme defensora de la OTAN y ha respaldado todos los paquetes de ayuda enviados a Ucrania.

Como se puede ver en el video de arriba, el tono juguetón de Putin durante su respaldo nos dice claramente que no toma a Kamala en serio, pero la realidad es mucho más complicada.

Rusia tiene mucho que perder si Estados Unidos aprieta aún más las tuercas, especialmente en áreas como las exportaciones de energía, donde las sanciones ya han hecho tanto daño.

Putin y Trump llevan años manteniendo una extraña relación. Comenzó en 2013, cuando el expresidente tuiteó que esperaba conocer a Putin durante el concurso Miss Universo en Moscú, una oportunidad para convertirse en “nuevos mejores amigos”.

A lo largo de los años, Trump habló a menudo con entusiasmo de Putin, llamándolo “un líder fuerte” e incluso admirando su capacidad para “ser más astuto” que Estados Unidos. Sin embargo, este extraño romance se topó con algunos obstáculos en el camino.

Donald Trump

Durante su presidencia, Trump impuso varias rondas de sanciones a Rusia, dirigidas a todo tipo de ámbitos, desde la energía hasta la defensa, algo que no era exactamente lo que Putin tenía en mente.

Trump también aprobó ejercicios militares en el Báltico y sancionó a funcionarios rusos, incluido el líder checheno Ramzan Kadyrov. Pero a pesar de estas medidas, el político siguió expresando su deseo de mejorar las relaciones con Putin, contradiciendo a menudo a todos los demás durante su administración.