World Liberty Financial, una nueva plataforma de criptomonedas impulsada por Donald Trump y sus hijos, afirma que su objetivo es brindar a la gente común la oportunidad de controlar sus finanzas.

Lo promocionan como una solución al llamado sistema bancario tradicional “amañado”. Sin embargo, un análisis más detallado del borrador del libro blanco de este proyecto revela una historia diferente. Los informes dicen que el poder no va a volver a manos del pueblo, sino de los que están dentro del sistema.

Al parecer, el 70% de WLFI, el token de gobernanza de la plataforma, quedará en manos de los fundadores, el equipo y los proveedores de servicios. El 30% restante se reservará para una venta pública, e incluso entonces, parte de ese efectivo también se dirigirá a los insiders. Una pequeña parte se destinará a una tesorería para "apoyar las operaciones", sea lo que sea que eso signifique.

Ahora bien, para ponerlo en perspectiva, el 70 % es mucho. Compárese con otros grandes nombres: el plan original de Ethereum reservaba solo el 16,6 % para su fundación y sus primeros contribuyentes. El creador de Bitcoin, el misterioso Satoshi Nakamoto, posee solo alrededor del 5 % del suministro total de Bitcoin. Así que, ya se entiende la idea: el 70 % es una gran desviación de la norma.

Planes inacabados y preguntas sin respuesta

Según fuentes cercanas, World Liberty Financial no ha concretado todos sus planes. Según un comunicado del equipo, se dice que:

“El equipo está trabajando con muchos colaboradores y no estamos muy seguros de a qué versión [del libro blanco] se refiere en este momento, pero aún no han finalizado su tokenomics”.

Luego está la cuestión del token WLFI en sí. A diferencia de muchos tokens que existen, WLFI no será transferible. No se puede intercambiar entre usuarios. Esto podría ser una medida para esquivar las miradas de los reguladores: al mantener las cosas en casa, evitan algunos dolores de cabeza legales.

Las preventas públicas de tokens tampoco son lo que solían ser. Las ofertas iniciales de monedas (ICO), que alguna vez fueron la opción preferida de las empresas emergentes de criptomonedas para recaudar fondos, han caído en desuso debido al mayor escrutinio regulatorio y una avalancha de estafas.

Entonces, lo que está haciendo World Liberty Financial es inusual, pero tal vez ese sea el punto.

A pesar de todas estas señales de alerta, la postura pública de Trump sobre las criptomonedas sigue siendo optimista. Ha prometido su apoyo a la industria, incluidas las promesas realizadas durante un discurso en Nashville. Allí, se comprometió a establecer una reserva estratégica de Bitcoin y respaldar la minería de Bitcoin para impulsar la producción de energía.

Pero esto no es solo una presentación. Los datos de una encuesta reciente de la Universidad Fairleigh Dickinson muestran un vínculo entre la posesión de criptomonedas y el apoyo a Trump.

Entre los que poseen criptomonedas, Trump supera a la vicepresidenta Kamala Harris por 12 puntos (50% frente a 38%). Mientras tanto, Harris tiene una ventaja de 12 puntos entre los que no poseen criptomonedas (53% frente a 41%).