Comprender el comercio al contado y el comercio de futuros El comercio al contado y el comercio de futuros son dos estrategias fundamentales en los mercados financieros, cada una de las cuales ofrece distintas oportunidades y riesgos. El comercio al contado implica el intercambio inmediato de instrumentos financieros, como acciones, materias primas o criptomonedas, al precio actual del mercado. En este tipo de comercio, los compradores y vendedores acuerdan la transacción en el momento, de ahí el nombre. El precio se determina por la oferta y la demanda, y una vez que se ejecuta la operación, el activo se entrega instantáneamente o en un período corto. El comercio al contado es sencillo y atrae a quienes prefieren poseer el activo subyacente de inmediato. El comercio de futuros, por otro lado, implica contratos que obligan al comprador a comprar, o al vendedor a vender, un activo específico a un precio predeterminado en una fecha futura. Los contratos de futuros se utilizan comúnmente para cobertura o especulación. A diferencia del comercio al contado, el intercambio real del activo ocurre al vencimiento del contrato. Esto permite a los operadores apostar sobre la dirección futura del precio de un activo sin la necesidad de poseerlo. Ambos métodos de negociación ofrecen ventajas únicas: la negociación al contado ofrece propiedad inmediata y la negociación de futuros ofrece herramientas de apalancamiento y gestión de riesgos.
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