Evite la corrupción al invertir, no existe el almuerzo gratis
Un hipopótamo busca comida junto al río todos los días y lleva una vida sencilla y contenta.
Ese día, el hipopótamo estaba disfrutando tranquilamente del sol y del agua fresca del río. Un cazador llegó al río con una gran sandía en la mano. Cuando el hipopótamo vio la sandía en la mano del cazador, sus ojos se iluminaron de inmediato. Nunca ha visto una comida tan tentadora y su corazón está lleno de curiosidad y deseo.
El cazador percibió el interés del hipopótamo y deliberadamente colocó la sandía en su mano e invitó al hipopótamo a comerla. El hipopótamo se acercó lentamente a la sandía, sin darse cuenta del cuchillo de acero en la otra mano del cazador. Su atención fue completamente atraída por la jugosa y roja sandía.
El hipopótamo se comió el melón con deleite y gradualmente relajó su vigilancia. De repente, el cazador rápidamente levantó su espada y cortó al hipopótamo. El hipopótamo cayó al suelo, su sangre tiñó el río de rojo y el cazador logró cazar.
Como ser humano, no puedes imitar a un hipopótamo. Debes permanecer despierto en todo momento. No hay almuerzo gratis en el mundo, y lo mismo ocurre con las inversiones.