En un reciente avance, el expresidente Donald Trump ha lanzado una advertencia al director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, sobre las posibles consecuencias legales relacionadas con una supuesta interferencia en las elecciones de 2024. Trump ha acusado a Zuckerberg de estar involucrado en intentos de influir en el resultado de las próximas elecciones presidenciales. Los comentarios del expresidente se producen en medio de investigaciones en curso sobre varios aspectos de la integridad electoral y la conducta de la campaña.

Las acusaciones de Trump se centran en afirmaciones de que las plataformas de redes sociales, incluida Facebook, han desempeñado un papel en la manipulación de la opinión pública o la supresión de ciertas narrativas. El expresidente ha expresado su preocupación por que tales acciones puedan dar lugar a importantes repercusiones legales para los implicados en estas presuntas actividades.

Zuckerberg, que ya ha sido objeto de escrutinio por el papel de Facebook en cuestiones relacionadas con las elecciones, aún no ha respondido públicamente a las últimas afirmaciones de Trump. La situación subraya la tensión continua entre las figuras políticas y los gigantes tecnológicos en relación con la influencia de las redes sociales en los procesos democráticos. A medida que se acercan las elecciones, la atención sigue centrada en cómo se desarrollarán estas dinámicas y si conducirán a más desafíos legales o cambios regulatorios.