Pavel Durov, fundador y director ejecutivo de Telegram, ha sido puesto en libertad tras cuatro días de interrogatorio por parte de las autoridades francesas. Ahora se dirige a los tribunales para comparecer por primera vez y posiblemente ser acusado ¹.
Las acusaciones contra Durov son bastante graves, e incluyen afirmaciones de que Telegram se está utilizando para material de abuso sexual infantil, tráfico de drogas, fraude y complicidad en transacciones del crimen organizado. Además, los investigadores acusan a Telegram de negarse a compartir información o documentos cuando así lo exige la ley ¹.
La detención de Durov ha suscitado controversia, ya que algunos funcionarios rusos la han calificado de motivada políticamente y de prueba del doble rasero de Occidente en materia de libertad de expresión. Sin embargo, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha declarado que la detención no fue una medida política, sino parte de una investigación independiente ¹.
Cabe señalar que la situación de Durov también ha llamado la atención de otros países, incluido Irán, donde Telegram se utiliza ampliamente a pesar de estar prohibido oficialmente. El líder supremo de la República Islámica, el ayatolá Ali Khamenei, incluso ha comentado el asunto, elogiando a Francia por ser "estricta" con aquellos que "violan su gobernanza" de Internet ¹.
Tendremos que estar atentos a cómo se desarrolla esta situación, especialmente considerando las posibles implicaciones para Telegram y la libertad de expresión en línea.