Pavel Durov, fundador y CEO de Telegram, fue arrestado en Francia por el “delito” de permitir a sus usuarios tener conversaciones privadas y encriptadas.

La privacidad no es un delito. El cifrado no es un delito. E incluso si algunos estados corruptos los consideran delitos, nunca serán delitos a los ojos de Dios.

El ataque continuo a la libertad de expresión en Europa es lo que es criminal.

#FreePavel