Irán ha lanzado una nueva medida para frenar las actividades mineras ilegales de criptomonedas en medio de una grave ola de calor y escasez de electricidad. El gobierno iraní ofrecerá una recompensa de aproximadamente 24 dólares (1 millón de riales) para alentar a las personas a denunciar la minería no autorizada de criptomonedas. La medida es parte de un esfuerzo del gobierno iraní para reducir la presión sobre la red nacional, y los funcionarios afirman que las actividades mineras ilegales están exacerbando los problemas de suministro de energía.

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Una ola de calor que azota a Irán ha provocado que las temperaturas se eleven a 45 grados centígrados, exacerbando aún más la presión sobre una red eléctrica ya frágil. Mostafa Rajabi Mashhadi, director ejecutivo de la compañía eléctrica estatal iraní Tavanir, dijo que la criptominería ilegal es una de las principales causas de la actual crisis energética. Señaló que algunos especuladores están utilizando electricidad y redes públicas subsidiadas por el gobierno para extraer criptomonedas ilegalmente.

Mashhadi añadió que el uso no autorizado de electricidad provocó un "aumento anormal" en el consumo de energía, lo que a su vez provocó interrupciones en el suministro de energía en todo el país. Reveló que las autoridades han descubierto alrededor de 230.000 máquinas mineras ilegales, que consumen en total unos 900 megavatios de electricidad, equivalente a las necesidades energéticas de una provincia con una población de 1,4 millones.

Para abordar este problema, el gobierno introdujo un sistema de bonificación para denunciantes. Si el público denuncia las máquinas de criptominería ilegales, recibirá una recompensa de 1 millón de riales, que equivale aproximadamente a 24 dólares estadounidenses. Esta medida tiene como objetivo alentar a más personas a ayudar a identificar y poner fin a estas actividades mineras ilegales que están ejerciendo una presión adicional sobre la infraestructura eléctrica del país.

Irán tiene un problema de larga data con la minería ilegal de criptomonedas, y hay informes frecuentes de que se instalan granjas mineras ilegales en lugares inesperados, como escuelas y mezquitas. Estos lugares tienen electricidad gratuita o altamente subsidiada, lo que los convierte en lugares ideales para que los mineros los utilicen. operar, sin tener que soportar altos costos de energía.

La minería de criptomonedas es un proceso que requiere muchos recursos en el que se requieren computadoras especializadas para resolver complejos acertijos criptográficos con el fin de verificar transacciones y obtener recompensas, más comúnmente Bitcoins. Como la cadena de bloques de prueba de trabajo (PoW) más popular, la minería de Bitcoin requiere grandes cantidades de potencia informática, lo que la convierte en una actividad que consume mucha energía.

El evento de reducción a la mitad de Bitcoin en abril de este año redujo las recompensas mineras en un 50%, lo que hizo más difícil para los mineros mantener la rentabilidad. Por lo tanto, algunos de los principales mineros criptográficos de EE. UU. han recurrido a la inteligencia artificial (IA) para mantenerse a flote. Irán enfrenta un desafío único. La electricidad subsidiada del país lo ha convertido en un punto crítico para la minería ilegal, exacerbando aún más la presión sobre una red eléctrica ya sobrecargada.

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Irán no es el único país que ha tomado medidas drásticas para acabar con la minería de criptomonedas. En mayo, Venezuela prohibió la criptominería debido a preocupaciones sobre el impacto de su consumo de energía en la red nacional. Estas medidas resaltan la creciente tensión entre las necesidades energéticas de la criptominería y la necesidad de un suministro de energía estable bajo presiones económicas o ambientales.

El sistema de recompensas a los denunciantes de Irán es el último intento de controlar el impacto negativo de la criptominería ilegal. A medida que la demanda global de criptomonedas y energía continúa aumentando, otros países pueden tomar medidas similares para encontrar un equilibrio entre el desarrollo tecnológico y la gestión de recursos.