¿Qué es la política monetaria?

La política monetaria se refiere a las medidas que adopta el banco central de un país para regular la oferta monetaria y el costo de los préstamos en la economía. Las políticas monetarias se utilizan para lograr objetivos económicos específicos, como controlar la inflación, gestionar los niveles de empleo o fomentar el crecimiento económico.

Para implementar la política monetaria, los bancos centrales pueden ajustar las tasas de interés, realizar operaciones de mercado abierto (OMA) y modificar los requisitos de reservas para los bancos comerciales. Al influir en la oferta y el costo de los préstamos, pueden aumentar la actividad económica o enfriar una economía sobrecalentada.

¿Cómo funciona la política monetaria?

Las políticas monetarias pueden ser expansivas o contractivas.

Política monetaria expansiva

Las políticas monetarias expansivas suelen implicar la reducción de los tipos de interés y el aumento de la oferta monetaria para estimular el crecimiento económico. Suelen aplicarse durante recesiones o períodos de baja actividad económica. El objetivo es abaratar los préstamos, incentivar a los consumidores a gastar y a las empresas a invertir, impulsando así la actividad económica en general.

Imaginemos que el banco central del país X quiere estimular la economía bajando los tipos de interés. Jane y John, residentes del país X, observan que los costes de los préstamos han disminuido. Jane decide pedir un préstamo para poner en marcha un nuevo negocio, mientras que John aprovecha los tipos de interés más bajos para comprar una nueva vivienda. De este modo, aumenta la demanda de bienes y servicios, lo que conduce a la creación de puestos de trabajo y a una mayor actividad económica.

Ejemplo: Crisis financiera de 2008

Durante la crisis financiera de 2008, el gobierno estadounidense implementó una política monetaria expansiva para reactivar la economía. Bajó las tasas de interés e introdujo la flexibilización cuantitativa (QE), es decir, la compra de títulos gubernamentales y títulos respaldados por hipotecas. Esto aumentó la oferta monetaria y abarató los préstamos. En consecuencia, los consumidores gastaron más, las empresas invirtieron más y la economía comenzó a recuperarse.

Política monetaria contractiva

La política monetaria contractiva implica elevar los tipos de interés y reducir la oferta monetaria para frenar el crecimiento económico y combatir la inflación. Al encarecer los préstamos, el banco central pretende reducir el gasto y la inversión, lo que reduce la demanda general y enfría la economía.

Imaginemos que el banco central del país Y quiere controlar la creciente inflación aumentando los tipos de interés. Los residentes Sarah y Mike descubren que el coste de los préstamos ha aumentado. Sarah decide retrasar sus planes de ampliar su negocio y Mike pospone la compra de un coche nuevo. En consecuencia, la demanda de los consumidores cae y las empresas ven una disminución de las ventas, lo que ayuda a reducir la inflación y estabilizar los precios.

Ejemplo: principios de los años 1980

A principios de los años 1980, la Reserva Federal utilizó una política monetaria contractiva para combatir la alta inflación en Estados Unidos. La Reserva Federal elevó las tasas de interés, encareciendo los préstamos. Esto logró reducir la inflación, pero también provocó un aumento temporal del desempleo.

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