Cuando cae la noche, el ajetreo y el bullicio se desvanecen y caminas solo hacia el jardín secreto de tu corazón. Aquí los pensamientos ya no están restringidos y pueden florecer libremente.
La luz de la luna ilumina el camino a seguir, pero también deja sombras, como la luz y la confusión de la vida. Pensar solo es encontrar respuestas en esta sombra y agradecer lo que tienes en la luz.
Dejemos que la noche sea nuestra confidente, escuche la voz interior y deje que cada pensamiento se convierta en un faro en el viaje de la vida, guiándonos hacia un futuro mejor.