A día de hoy, 10 de agosto de 2024, el mercado de criptomonedas atraviesa una fase bajista, impulsada en gran medida por la importante caída de Bitcoin que se produjo a principios de este mes. Esta caída se vio influenciada por una combinación de políticas monetarias restrictivas por parte de los bancos centrales, presiones macroeconómicas como el aumento de la inflación y tensiones geopolíticas. Estos factores provocaron un pánico generalizado, lo que provocó una fuerte caída no solo de Bitcoin sino también de otras criptomonedas importantes como Ethereum y Solana.
El sentimiento bajista se ve amplificado aún más por el continuo escrutinio regulatorio y la incertidumbre en el espacio criptográfico, lo que genera una volatilidad significativa y ventas masivas en todo el mercado. Sin embargo, hay algunas señales de recuperación gradual, y los expertos sugieren que las inversiones estratégicas y la claridad regulatoria podrían estabilizar el mercado en el futuro cercano.