El 9 de agosto, Ripple Labs anunció las pruebas iniciales de su stablecoin vinculada al dólar estadounidense, Ripple USD (RLUSD), en las redes principales XRP Ledger (XRPL) y Ethereum. La compañía también reveló planes para implementar el token respaldado por moneda fiduciaria en redes blockchain adicionales en el futuro.
Ripple Labs afirmó que el RLUSD estará sobrecolateralizado, lo que significa que cada unidad de RLUSD estará respaldada por reservas en dólares estadounidenses o equivalentes de efectivo a corto plazo en una proporción de 1:1 con el dólar estadounidense. Para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas, Ripple ha prometido auditorías de terceros de los activos en efectivo subyacentes y publicará informes mensuales sobre las reservas.
La empresa también reafirmó su compromiso con XRP y RLUSD, disipando los rumores de que cambiaría el enfoque de XRP a su nueva moneda estable.
Ripple Labs enfatizó que la moneda estable se encuentra actualmente en pruebas beta con socios empresariales y advirtió a los usuarios que tengan cuidado con los estafadores que afirman ofrecer acceso anticipado a RLUSD, que aún no está disponible para compra o comercio en vivo.
Este anuncio sigue a un fallo del 7 de agosto de la jueza Analisa Torres, que impuso una multa de 125 millones de dólares a Ripple Labs en la demanda de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), presentada originalmente en 2020. El director ejecutivo de Ripple, Brad Garlinghouse, describió la multa como una "victoria" contra la SEC, que había solicitado una multa de 2.000 millones de dólares por presuntas violaciones de valores.
Tras el fallo, XRP experimentó un aumento en su precio, subiendo un 26% para alcanzar los 0,64 dólares el mismo día.
A pesar de estos avances positivos, el informe de mercados de XRP del segundo trimestre de 2024 de Ripple Labs destacó una caída del 65,6% en el volumen de transacciones en XRPL, pasando de 251 millones de transacciones en el primer trimestre a 88 millones en el segundo trimestre. El informe también señaló un aumento significativo en el costo promedio por transacción en el libro mayor.
