Imagina llevar unas gafas inteligentes equipadas con sensores cerca de las sienes que pueden recoger una variedad de datos, como ondas cerebrales, imágenes y sonidos. Estas señales pueden indicar tu frecuencia cardíaca, presión arterial, niveles de estrés y otros estados de tu cuerpo. Sería fantástico si, cuando tuvieras problemas de salud, las gafas pudieran mostrar información y alertas para ti y tu médico de cabecera. Además, estas gafas podrían ofrecer miles de funciones, como ayudarte a navegar, reconocer objetos y traducir automáticamente para ti. Servirían como un asistente virtual increíble, muy parecido a J.A.R.V.I.S en Iron Man.

JARVIS, el asistente virtual inteligente de Iron Man.

Google Glass, que se lanzó en 2011, fue un producto revolucionario en mi opinión, pero aún no se ha generalizado. Una razón importante es el desafío de desarrollar un dispositivo compacto que pueda realizar numerosas tareas complejas que requieren una gran potencia computacional. Del mismo modo, Apple Vision Pro, a pesar de su diseño innovador y sus características avanzadas, se enfrenta a obstáculos similares. Apple Vision Pro, al igual que Google Glass, tiene como objetivo combinar los mundos digital y físico a la perfección, pero la demanda de una gran potencia computacional en un formato compacto sigue siendo un obstáculo importante. La necesidad de un almacenamiento de energía eficiente y capacidades de procesamiento avanzadas en un dispositivo liviano y ponible sigue siendo un desafío formidable para ambas empresas.

Las tecnologías relacionadas con el almacenamiento de energía, las CPU (unidades centrales de procesamiento) y las GPU (unidades de procesamiento gráfico) avanzan día a día para equilibrar y resolver problemas de potencia computacional, eficiencia y consumo energético. Sin embargo, integrar toda esa tecnología en un dispositivo compacto sigue siendo imposible. La mayoría de los dispositivos wearables actuales se vinculan a un dispositivo con mayor potencia computacional, como un teléfono inteligente, o se conectan directamente a sistemas de servidores en la nube. Esto afecta significativamente las capacidades computacionales autónomas del dispositivo y su flexibilidad durante el uso.

Apple Vision Pro con un diseño elegante y moderno para experiencias de realidad virtual avanzadas.

Consideremos una hipótesis sobre un sistema de computación distribuida para resolver este problema y cómo funcionaría. Imaginemos que cuando nos ponemos las gafas por la mañana para empezar el día, el asistente virtual nos dice: “Buenos días, anoche dormimos 8 horas sin despertarnos, lo cual es genial. Estamos muy descansados ​​para empezar el trabajo de hoy. Tenemos una reunión a las 9 de la mañana con el señor X y necesitamos comprobar el progreso del desarrollo del producto Y esta mañana”.

Los sensores de la cama inteligente en la que dormiste anoche recopilaron datos durante tu sueño, como la duración del sueño, las fases del sueño (N1, N2, REM, profundo), la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria y más. Estos datos se almacenan en el sistema central de la cama.

Cuando te pones las gafas por la mañana, los sensores de las gafas recogen inmediatamente tu estado de salud actual y lo envían al sistema central de la cama. Al mismo tiempo, envían una solicitud para resumir e informar sobre tu sueño de la noche anterior y tu estado de salud actual. Durante este tiempo, las gafas también recopilan las tareas que debes realizar durante el día; estos datos se registran previamente en el sistema de la cama, en tu MacBook de trabajo diario, en tu teléfono u otros dispositivos IoT (Internet de las cosas) circundantes.

Todos los datos se envían desde estos dispositivos a sistemas con suficiente potencia de cálculo (GPU) cercanos, como un coche Tesla que pasa por delante o un PC Gaming de alta configuración de un vecino. La transmisión de datos puede ser a través de Wifi, 4G, 5G o ondas LoRa. Un proceso que utiliza IA generativa en estos dispositivos produce las respuestas que necesita el asistente virtual y las envía de vuelta a tus gafas. A través de las imágenes en las gafas y la transmisión de sonido a través del hueso, recibes tu respuesta casi de inmediato.

Esta interesante combinación de dispositivos circundantes le ayuda a obtener la respuesta más rápida, ya que las gafas actúan simplemente como un puente entre usted y esos dispositivos periféricos. El desafío aquí es cómo puede confiar en un dispositivo que almacena y procesa sus datos, garantizando que sean seguros y precisos, y qué pasa con su privacidad. Y si es el dispositivo de otra persona, ¿qué gana esa persona al almacenar y procesar por usted? O incluso al utilizar sistemas de inteligencia artificial de grandes nombres como OpenAI, Google y Microsoft, ¿puede confiar en ellos lo suficiente como para darles su información confidencial?

Las empresas tecnológicas deben utilizar la IA de manera responsable, garantizando la protección de los datos y la confianza de los usuarios

La cadena de bloques es una solución poderosa para abordar estos problemas. Sus gafas de lectura de retina crean una clave de acceso que solo usted tiene derecho a desbloquear; los datos se cifran y autentican en función de esta clave de acceso. Los mecanismos de recompensa y castigo del proceso informático descentralizado garantizan la transparencia del sistema. A cada dispositivo participante se le asigna una recompensa correspondiente, lo que incentiva el uso compartido de recursos de almacenamiento y computación. Este enfoque no solo evita el desperdicio de recursos que no se utilizan continuamente, sino que también satisface la creciente demanda de dispositivos inteligentes.

Será un sistema masivo de miles de millones de dispositivos, un cerebro en funcionamiento continuo construido, administrado y operado por la comunidad. Se trata de redes de infraestructura física descentralizadas (DePIN).

La combinación perfecta de blockchain, IoT e IA crea una base sólida para DePIN, que ayuda a resolver numerosos problemas en varios campos. DePIN es una imagen gigante, coloreada por cientos de proyectos diferentes. Por ejemplo, Helium Network ofrece soluciones para la transmisión de datos, Fetch.AI ofrece una plataforma de IA y NOTT proporciona soluciones de atención médica a través de dispositivos de monitoreo continuo y un sistema de datos de bienestar distribuido. Nos estamos acercando mucho a historias que solo parecen posibles en películas de ciencia ficción. Estamos construyendo ese futuro, así que, en mi opinión, el futuro es ahora.

Utiliza la red de infraestructura física descentralizada (DePIN) para la recopilación segura y descentralizada de datos de una amplia variedad de dispositivos. Esto mejora la seguridad de los datos y la privacidad del usuario, al tiempo que garantiza información completa sobre la salud.

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