Con la explosión de los proyectos de inteligencia artificial generativa, el poder computacional se ha convertido en un recurso muy controvertido. A medida que la IA se vuelve más ubicua y se intensifica la carrera por los suministros de unidades de procesamiento gráfico (GPU), la necesidad de un acceso más amplio y democratizado a la potencia informática se ha convertido en una prioridad urgente para las empresas que no pertenecen a MAANG. Combine esta demanda candente con una escasez que se está transformando rápidamente en exclusividad de recursos, y el feo resultado probable es que un ecosistema de inteligencia artificial está siendo moldeado en gran medida por un pequeño puñado de corporaciones tecnológicas masivas.

Mark Rydon es cofundador y director de estrategia de Aethir, una red descentralizada de computación en la nube de nivel empresarial.

Si queremos evitar esto, el futuro de la IA y sus implicaciones éticas dependen de la capacidad de distribuir estos recursos ampliamente en lugar de depender de un puñado de corporaciones para monopolizar este poder.

Abordar el lado de la oferta de las demandas informáticas

A medida que aumenta la demanda de informática, la infraestructura actual lucha por mantener el ritmo. Como informó el Washington Post, varios estados se están quedando sin electricidad. El norte de Virginia, por ejemplo, necesita varias centrales nucleares grandes para dar servicio a todos los nuevos centros de datos planificados y en construcción.

Además, los crecientes costos del entrenamiento de modelos plantean preguntas críticas sobre el futuro del desarrollo de la IA: ¿De dónde vendrá esta potencia informática necesaria? China anunció recientemente que pretende aumentar su capacidad informática en un 50% en la próxima década y media, pero esta vía no estará disponible para todos.

Una forma de abordar esto es mediante un modelo descentralizado.

Las redes de infraestructura física descentralizada (DePIN) se pueden utilizar para agregar GPU empresariales subutilizadas y ponerlas en uso, redistribuyendo de nuevo al mercado un suministro que antes era inaccesible. También pueden ayudar a aprovechar la capacidad informática latente en los dispositivos de consumo, creando una red amplia y accesible de GPU que se pueden utilizar para el entrenamiento de IA y otras tareas informáticas intensivas. Estos enfoques democratizan el suministro y el acceso a los recursos computacionales, desafiando los monopolios tradicionales de GPU y fomentando la innovación.

Además, la infraestructura distribuida optimiza el uso de los recursos, lo que garantiza que la potencia computacional no utilizada pueda contribuir a importantes proyectos de IA. Este enfoque maximiza la eficiencia y se alinea con los principios ESG de reducir el desperdicio de energía y los impactos ambientales asociados con los centros de datos a gran escala.

Liberando nuevos océanos de datos

Los DePIN no solo pueden abordar el desafío de suministro y recursos que impulsa la accesibilidad informática. También pueden ayudar a desbloquear nuevos océanos de datos que puedan proporcionar los diversos conjuntos de datos necesarios para entrenar modelos de IA más especializados, sólidos e inclusivos. Este enfoque mejora la calidad de los sistemas de IA y promueve la soberanía y la privacidad de los datos.

Los DePIN utilizan tecnología blockchain y métodos de cifrado avanzados para garantizar que los datos permanezcan seguros y la propiedad esté claramente definida. Este enfoque descentralizado amplía el espectro de información, incluida la de regiones y comunidades subrepresentadas, lo que conduce a modelos de IA más precisos e inclusivos.

Además, los DePIN brindan a los propietarios de datos más control sobre su información, mejorando la privacidad y fomentando al mismo tiempo el intercambio generalizado de datos. Por ejemplo, considere un escenario de atención médica en el que los datos de un paciente de varios hospitales y clínicas se pueden compartir de forma segura sin comprometer la privacidad. Al aprovechar los DePIN, los investigadores pueden acceder a un conjunto de datos rico y diverso que mejora su capacidad para desarrollar mejores herramientas de diagnóstico y planes de tratamiento. De manera similar, en el campo de las ciencias ambientales, los DePIN pueden facilitar el intercambio de datos climáticos de varios sensores, a menudo ubicados en casas y propiedades privadas en todo el mundo, lo que lleva a modelos y predicciones más precisos.

El imperativo ético

También vale la pena señalar cómo la concentración del desarrollo de la IA en unas pocas grandes empresas tecnológicas plantea importantes preocupaciones éticas. Cuando unas pocas entidades monopolizan la capacitación y el despliegue de modelos avanzados de IA, se restringe el potencial de la IA para beneficiar a todos. Este control centralizado puede reforzar las desigualdades existentes y reducir el alcance del impacto positivo de la IA en la sociedad.

La concentración de poder puede conducir a sistemas de IA sesgados que reflejen las perspectivas y prioridades de un segmento estrecho de la población, exacerbando las disparidades sociales y económicas. Tal escenario contradice el potencial democratizador de la IA, donde idealmente las innovaciones deberían servir a comunidades diversas y abordar una amplia gama de desafíos sociales.

Democratizar el acceso a los recursos de GPU no es sólo un imperativo para la industria: es una necesidad ética. Al garantizar que los investigadores, las nuevas empresas y los innovadores de todo el mundo puedan acceder a la potencia computacional necesaria para desarrollar tecnologías de IA, podemos promover un panorama de IA más inclusivo y equitativo. El director ejecutivo de NVIDIA, Jensen Huang, quien acuñó el término "IA soberana", también enfatiza que las naciones deben crear IA para garantizar la preservación cultural. Este acceso más amplio fomenta diversas perspectivas en el desarrollo de la IA, lo que conduce a soluciones de IA más justas, equilibradas y eficaces que pueden beneficiar a la sociedad.

Impacto en la innovación

No se puede subestimar el impacto potencial de la infraestructura GPU descentralizada en la innovación y la investigación, particularmente en los mercados emergentes. Por ejemplo, nuestra reciente colaboración con TensorOpera AI para avanzar en la capacitación de modelos de lenguaje a gran escala (LLM) en una infraestructura de nube descentralizada mostró los beneficios tangibles de este enfoque. Al aprovechar el poder de las GPU descentralizadas, TensorOpera ahora puede realizar importantes ejecuciones de capacitación LLM sin depender de recursos centralizados tradicionales. Esta democratización de la potencia informática ahora allana el camino para proyectos innovadores y esfuerzos de investigación que antes eran inalcanzables debido a limitaciones de recursos.

Reducir la brecha informática

La infraestructura de GPU descentralizada representa un paso fundamental para cerrar la brecha informática y democratizar el acceso a los recursos de IA. Al distribuir el poder computacional de manera más equitativa, podemos garantizar que los beneficios de la IA lleguen a un espectro más amplio de la sociedad, aumentando así la innovación en todos los ámbitos. Este enfoque aborda los desafíos éticos que plantean los monopolios de la IA y fomenta la innovación y la investigación globales, particularmente en los mercados emergentes.

A medida que avancemos, adoptar modelos descentralizados y aprovechar las capacidades computacionales latentes será crucial para satisfacer las crecientes demandas del desarrollo de la IA. El futuro de la IA depende de nuestra capacidad para construir un panorama computacional más inclusivo, equitativo y descentralizado.

Nota: Las opiniones expresadas en esta columna son las del autor y no reflejan necesariamente las de CoinDesk, Inc. o sus propietarios y afiliados.