La economía estadounidense creció a una tasa anualizada del 2,8% en el segundo trimestre, lo que demuestra la resiliencia de los consumidores a pesar de los desafíos económicos.

Los datos de la Oficina de Análisis Económico superaron las expectativas de los economistas de un crecimiento del 2%, superior a la tasa del 1,4% del primer trimestre.

La Reserva Federal ha elevado los tipos de interés a un máximo de 23 años, entre el 5,25% y el 5,5%, para hacer frente a la inflación provocada por la pandemia. Datos recientes sugieren que están en camino de reducir la inflación a su objetivo del 2% sin causar una recesión.

El informe del índice de precios al consumidor de junio mostró que la inflación estadounidense rondaba el 3%, por debajo de los máximos anteriores.

Sede de la Reserva Federal en Washington, D.C. Créditos: AP

Los operadores del mercado de futuros redujeron ligeramente sus apuestas sobre recortes de tipos de interés tras la publicación de los datos del PIB. A pesar de ello, todavía se esperan dos o tres recortes de tipos este año. 

Una métrica clave de los datos, denominada “ventas finales a compradores nacionales privados”, que excluye inventarios, comercio y gasto gubernamental, aumentó un 2,6%, igualando la tasa de crecimiento del trimestre anterior. 

Esta métrica se sigue de cerca como indicador de la demanda. El gasto del consumidor aumentó un 2,3%, frente al ritmo del 1,5% del primer trimestre. 

A pesar del sólido desempeño económico, las cifras recientes sugieren que el mercado laboral está comenzando a debilitarse. Este debilitamiento refuerza los argumentos a favor de un inminente recorte de tipos.

Jerome Powell

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo que las cifras de inflación de los últimos tres meses mostraban un “ritmo bastante bueno” de crecimiento de los precios.

La Reserva Federal cree que todavía existe la posibilidad de un aterrizaje suave.  Entre las economías avanzadas destaca Estados Unidos, con un crecimiento esperado del 1,7% en 2024, según previsiones del FMI. Esto es más lento que el ritmo global proyectado del 3,2%.

El presidente Joe Biden comentó sobre el último informe del PIB y afirmó que: 

"Ahora tenemos la economía más fuerte del mundo".

Biden ha adoptado un enfoque diferente en materia de política comercial e industrial en comparación con administraciones anteriores. Ha mantenido la mayoría de los aranceles de Donald Trump sobre China y ha añadido más a productos como vehículos eléctricos, semiconductores y minerales. 

Estos aranceles quieren luchar contra el cambio climático y reducir la dependencia tecnológica de China. Los aranceles de China son parte de un programa más amplio para abordar el cambio climático y la dependencia tecnológica. 

Los aranceles al acero y al aluminio, por otro lado, tienen más que ver con la política electoral, manteniendo contentos a los productores de acero en estados clave como Wisconsin y Pensilvania.