Los fiscales estadounidenses están intentando confiscar 2,5 millones de dólares en criptomonedas de una estafa internacional de “carnicería de cerdos” dirigida a víctimas estadounidenses.

La Fiscalía Federal para el Distrito de Columbia ha iniciado una acción de decomiso civil para recuperar 2.546.415,01 USDT incautados por el FBI a autores extranjeros de una estafa de criptomonedas conocida como "carnicería de cerdos". 

Se dice que el estafador tiene su sede en Tailandia y tiene dos cuentas con todo el USDT en cuestión. El FBI y la Policía Real tailandesa apoyan la confiscación. 

Estafas de matanza de cerdos

Las estafas románticas, a menudo denominadas estafas de matanza de cerdos, involucran a estafadores que se hacen amigos de las víctimas con el pretexto de un posible interés amoroso. 

Los estafadores se ganan la confianza de sus víctimas y las convencen de realizar grandes inversiones en planes aparentemente lucrativos. Una vez que se persuade a la víctima, se la atrae a invertir en lo que parece ser una oportunidad prometedora de criptomonedas.

Sin embargo, el estafador no tiene intención de ofrecer ninguna devolución y desaparece con el dinero después de que la víctima transfiere los fondos. Estos esquemas a menudo implican una presión continua sobre la víctima para que invierta más dinero antes de que los estafadores desaparezcan.

Pensamientos del abogado

El fiscal federal Matthew M. Graves enfatizó el compromiso de la oficina de responsabilizar a las organizaciones criminales y afirmó: “Las encontraremos, confiscaremos sus ganancias ilegales y devolveremos el dinero a las víctimas”. 

La agente especial a cargo del FBI, Stacey Moy, condenó el uso cada vez mayor de estas elaboradas estafas y destacó los esfuerzos continuos del FBI para desmantelar dichas redes criminales.

"El ritmo al que los malos actores están utilizando elaboradas estafas de matanza de cerdos para defraudar a personas inocentes es despreciable", dijo el agente especial a cargo del FBI Moy", dijo Moy.

La acción de decomiso, procesada por el fiscal federal adjunto Rick Blaylock, Jr., tiene como objetivo castigar y disuadir la actividad delictiva privando a los delincuentes de propiedades obtenidas ilegalmente. También busca recuperar activos para compensar a las víctimas cuando lo autorice la ley federal.