El coraje para empezar es una especie de coraje intrépido. Significa atreverse a salir de nuestra zona de confort y liberarnos de las limitaciones del miedo y la vacilación. Muchas veces, muchas veces no nos atrevemos a dar el primer paso porque tenemos miedo al fracaso y a las dificultades. Pero, de hecho, sólo afrontando con valentía lo desconocido podremos tener la oportunidad de descubrir nuestro potencial y tocar el borde del éxito.

Cuando tenemos el coraje de empezar, nos abrimos una nueva puerta. Detrás de esta puerta puede haber un camino lleno de desafíos, pero son también estos desafíos los que moldean nuestro carácter y ejercitan nuestras habilidades. Cada intento es una oportunidad de crecimiento; cada comienzo es una trascendencia de uno mismo.