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El acceso al agua potable es una necesidad humana fundamental, pero miles de millones de personas en todo el mundo todavía luchan por obtenerla. Según la Organización Mundial de la Salud, más de 2 mil millones de personas viven en países que experimentan un alto estrés hídrico, y se espera que este número aumente debido al cambio climático y el crecimiento demográfico. 

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Los sistemas tradicionales de gestión del agua han tenido dificultades para abordar estos desafíos, a menudo obstaculizados por ineficiencias, falta de transparencia y una asignación inadecuada de recursos. La tecnología Blockchain ofrece una solución prometedora a estos desafíos, proporcionando acceso equitativo y utilización sostenible de este recurso crucial.

El estado actual de la gestión del agua.

La gestión del agua hoy enfrenta varios problemas apremiantes. Las ineficiencias en el abastecimiento, la distribución y el uso del agua, combinadas con la falta de monitoreo en tiempo real, frecuentemente resultan en el desperdicio de recursos y una mala asignación. Muchas fuentes de agua no logran explotar todo su potencial debido a la escasez de infraestructura y financiación. Por ejemplo, el informe de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) indicó que Estados Unidos necesitaría invertir 625 mil millones de dólares durante los próximos 20 años para reparar, mantener y mejorar la infraestructura de agua potable del país debido al envejecimiento de las tuberías y otros problemas de infraestructura. Además, sólo en los Estados Unidos, las fugas domésticas pueden desperdiciar casi 900 mil millones de galones de agua al año en todo el país. Eso equivale al uso anual de agua en los hogares de casi 11 millones de hogares. 

Además, la corrupción y la mala gestión en la gestión de los recursos hídricos pueden dar lugar a una distribución desigual, y las comunidades desfavorecidas suelen ser las más afectadas por la escasez de agua. Por ejemplo, Sudáfrica está enfrentando innumerables desafíos a su seguridad hídrica: sequías, medidas inadecuadas de conservación del agua, infraestructura obsoleta y acceso desigual a los recursos hídricos. El país enfrenta una importante escasez de agua y se espera que la demanda supere la oferta para 2030, creando una brecha proyectada del 17%.

Además, la industria mundial del agua está fuertemente monopolizada y unos pocos actores clave controlan una porción significativa del mercado. Estas empresas ejercen una influencia sustancial sobre la cadena de suministro de agua, y a menudo priorizan las ganancias sobre la distribución justa y la responsabilidad ambiental. Esta concentración de poder puede generar precios inflados y acceso limitado para las poblaciones vulnerables. Se prevé que el mercado mundial del agua embotellada por sí solo alcanzará los 509.180 millones de dólares en 2030, y estas grandes corporaciones captarán una importante participación en los ingresos. Esta monopolización exacerba las desigualdades existentes en el acceso al agua y resalta la necesidad de soluciones de gestión del agua más descentralizadas e impulsadas por la comunidad. 

Fuente: Grand View Research El potencial de blockchain en la gestión del agua

La tecnología Blockchain puede abordar estos problemas proporcionando una plataforma transparente, segura y descentralizada para gestionar los recursos hídricos. Este enfoque ofrece varias ventajas:

  • Transparencia y rendición de cuentas. El libro de contabilidad inmutable de blockchain garantiza que todas las transacciones y entradas de datos sean transparentes y no puedan modificarse una vez registradas. Esta transparencia puede reducir la corrupción y garantizar que los recursos hídricos se asignen de manera justa y eficiente. Por ejemplo, blockchain se puede utilizar para rastrear el uso del agua desde la fuente hasta el usuario final, proporcionando un registro claro de cómo se distribuye y utiliza el agua. Este nivel de transparencia puede ayudar a responsabilizar a las autoridades y gestionar los recursos hídricos de manera sostenible.

  • Gestión eficiente de recursos. Blockchain puede facilitar la creación de contratos inteligentes, que son contratos autoejecutables con los términos del acuerdo escritos directamente en código. Estos contratos pueden automatizar la distribución de agua basándose en datos en tiempo real, dirigiendo el agua a donde más se necesita. Por ejemplo, se podrían utilizar contratos inteligentes para gestionar los sistemas de suministro de agua urbanos, ajustando automáticamente la distribución del agua en función de los patrones de consumo y la demanda en tiempo real. Esto puede ayudar a optimizar el uso del agua, reducir el desperdicio y garantizar que los hogares y las empresas reciban la cantidad adecuada de agua en el momento adecuado.

En Dubai, la Autoridad de Electricidad y Agua de Dubai (DEWA) ha implementado una iniciativa de red de agua inteligente basada en blockchain como parte de su estrategia más amplia de ciudad inteligente. Este proyecto integra la tecnología blockchain con sensores IoT para monitorear el uso del agua en tiempo real, gestionar la distribución y detectar fugas. El libro de contabilidad descentralizado garantiza la integridad y transparencia de los datos, lo que permite una gestión del agua más eficiente y una reducción del desperdicio. La iniciativa de DEWA tiene como objetivo mejorar la sostenibilidad y la gestión de recursos en una ciudad en rápido crecimiento, destacando el potencial de blockchain para apoyar los esfuerzos de conservación y gestión del agua urbana.

Participación y propiedad comunitaria

A través de blockchain, las personas pueden controlar y monetizar directamente su acceso a los recursos hídricos, eliminando la necesidad de intermediarios externos. Este modelo de control directo permite a las comunidades locales tomar decisiones colectivas y transparentes sobre su uso del agua. Al gestionar el agua directamente desde la fuente, las comunidades pueden adaptar las prácticas de gestión del agua a sus necesidades específicas, promoviendo una distribución justa y fomentando un sentido de responsabilidad y administración.

Además, los modelos futuros podrían permitir a las personas monetizar su acceso al agua a través de tecnologías web3. Por ejemplo, un modelo de comunidad a empresa (C2B) podría permitir a las personas vender agua directamente a las empresas. En este modelo, los individuos no necesitan ser propietarios absolutos del agua, pero pueden beneficiarse apostando sus tokens durante los grupos de ventas de eventos. Este enfoque no sólo apoya la gestión sostenible del agua sino que también crea oportunidades económicas para los miembros de la comunidad. Además, se puede utilizar un protocolo “Burn to Secure” para proporcionar derechos de asignación de agua. Este protocolo ofrece una sensación real de seguridad hídrica y oportunidades financieras, lo que permite a las personas redimir sus derechos. Este sistema no sólo garantiza futuras asignaciones de agua, sino que también mejora la escasez y el valor simbólico.

Además, se logra un puro sentido de inversión a través de inversiones en fuentes de agua. Esto conduce a posibles retornos financieros y dividendos, al abordar las ineficiencias en el abastecimiento de agua mencionadas anteriormente. Al invertir para financiar proyectos de infraestructura, como la construcción de fábricas y la mejora de los sistemas de distribución, se puede llevar más agua a las comunidades, creando oportunidades económicas adicionales.

Monetizar el acceso al agua a través del modelo C2B, el protocolo “Burn to Secure” y las inversiones en fuentes de agua generan beneficios económicos para la comunidad, promoviendo un sistema de gestión del agua más equitativo y eficiente.

Superando desafíos

Si bien la tecnología blockchain tiene el potencial de mejorar la gestión del agua, existen desafíos para su adopción. La complejidad de los sistemas blockchain y la necesidad de infraestructura tecnológica pueden ser barreras, particularmente en las regiones en desarrollo. Además, existe preocupación por el consumo sustancial de energía de las redes blockchain. Sin embargo, los avances tecnológicos y el desarrollo de soluciones blockchain más eficientes energéticamente están ayudando a mitigar estas preocupaciones. Además, la educación y el desarrollo de capacidades son cruciales para garantizar que las partes interesadas comprendan cómo utilizar la tecnología blockchain de manera eficaz. Los gobiernos, las ONG y los socios del sector privado deben trabajar juntos para brindar capacitación y apoyo a las comunidades y a las autoridades de gestión del agua.

La tecnología Blockchain ofrece un medio práctico y eficaz para mejorar la gestión del agua. Más allá de abordar las ineficiencias, blockchain empodera a las comunidades, promueve prácticas sostenibles y abre nuevas oportunidades económicas a través de modelos como el de comunidad a empresa (C2B). A medida que enfrentamos los crecientes desafíos del cambio climático y el crecimiento demográfico, blockchain no es solo una solución innovadora: representa un cambio fundamental en la forma en que gestionamos y valoramos los recursos hídricos. Adoptar blockchain en la gestión del agua es esencial para crear un futuro sostenible y equitativo, cambiando la forma en que interactuamos con nuestro recurso más vital y lo protegemos.

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Autor: Jean-Hugues Gavarini

Jean-Hugues Gavarini es el director ejecutivo y cofundador de LAKE (LAK3), una empresa de activos del mundo real que aprovecha la tecnología blockchain para descentralizar el acceso a la economía mundial del agua. LAKE tiene como objetivo garantizar el acceso al agua potable para todos, proteger los recursos hídricos y distribuir agua a quienes la necesitan a través de tecnología innovadora. Jean-Hugues tiene una carrera diversa que abarca las industrias del lujo, la moda y el calzado. Su trayectoria profesional incluye éxitos notables en Mellow Yellow, Cremieux y Tod's. Criado entre Silicon Valley y los Alpes franceses, Jean-Hugues siempre ha estado inmerso en la tecnología y los recursos de agua dulce. En 2018, Jean se convirtió en director ejecutivo de Lanikea Waters, una entidad de soluciones hídricas con sede en los Alpes franceses. En 2019 nació el concepto de LAKE, que encarna su compromiso con la innovación y la sostenibilidad.