¡Esta imagen pasará a formar parte de la historia estadounidense!
El tirador obviamente le disparó a Trump en la cabeza y la bala le dio en la oreja. Después de que se secó la oreja y notó que sangraba, se agachó en actitud alerta. Sólo entonces los guardias de seguridad del Servicio Secreto se apiñaron y rodearon a Trump.
Según testigos, el pistolero disparó un total de 8 a 10 tiros. Después de que terminaron los disparos, Trump, rodeado de guardias de seguridad, levantó los brazos y gritó por la forma de su boca: pelea.