La alianza BRICS, formada por Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Irán, Egipto, Etiopía y los Emiratos Árabes Unidos, se está convirtiendo en un gran éxito entre los países africanos. Muchos de ellos están ansiosos por asociarse con los BRICS, con el deseo de alejarse de su fuerte dependencia del dólar estadounidense.

El dominio de la moneda en las finanzas globales se está volviendo bastante insoportable para muchos de estos países. La inestabilidad de la economía estadounidense ha llevado a Medio Oriente y África a tomar medidas drásticas. 

Países como Nigeria, Sudáfrica, Ghana, Senegal, Camerún, Argelia, Egipto y Arabia Saudita han decidido retirar sus reservas de oro de Estados Unidos. Esto se debió principalmente a la inestabilidad del sistema financiero estadounidense y al enorme riesgo de déficit. 

El plan es proteger su economía, impedir que Estados Unidos se enriquezca gracias a ellos y evitar posibles crisis financieras como la que ocurrió en 2008.

Mientras tanto, mientras esto sucedía, corrían rumores de que Sudáfrica iba a abandonar los BRICS debido a un cambio de política exterior. 

Mzuvukile Jeff Maqetuka, embajador de Sudáfrica en Rusia, dijo que las elecciones podrían haber afectado negativamente la membresía del país en los BRICS. El país estuvo a punto de abandonar el bloque justo después de que Argentina rechazara su invitación.

Sudáfrica se unió a los BRICS en 2001 como el primer país oficial en expansión. Su salida podría alterar todos los planes de la alianza. A pesar de esto, los BRICS siguen atrayendo a África, aunque alinearse con China y Rusia tiene serias desventajas. 

Los críticos argumentan que ambas naciones tienen malos antecedentes en materia de derechos humanos, lo que podría conducir a abusos y represión en los países africanos que se les unan. La dependencia económica de China y Rusia también podría limitar la autonomía y la flexibilidad de las economías africanas. 

Y la presencia de paramilitares y mercenarios rusos, como el Grupo Wagner, podría conducir a una mayor influencia e inestabilidad militar.

Asociarse con China y Rusia también puede exponer a África a manipulación y coerción estratégicas en medio de tensiones geopolíticas. 

El enfoque sin condiciones de China en materia de préstamos e inversiones carece de transparencia, y eso podría dar lugar a acuerdos injustos y explotadores.

Si bien China y Rusia ofrecen muchas oportunidades económicas, los beneficios podrían no ser tan sostenibles como los que ofrece Estados Unidos, que ha tenido una presencia económica más establecida en África.