Una trampa para osos se produce cuando el precio de un activo financiero parece estar disminuyendo constantemente, lo que lleva a los inversores a anticipar una nueva caída. En respuesta, venden en corto, con la esperanza de beneficiarse de la continua tendencia bajista. Sin embargo, en lugar de seguir cayendo, el precio repentinamente se revierte y comienza a subir. Este movimiento inesperado atrapa a los inversores y les provoca pérdidas a medida que aumenta el precio.

Las trampas para osos proporcionan una indicación técnica falsa de una reversión de una tendencia bajista a una tendencia alcista, engañando a los operadores que esperan que la caída persista. Cuando el precio sube inesperadamente, quienes han vendido en corto se ven obligados a recomprar a precios más altos para cubrir sus posiciones, lo que a menudo resulta en pérdidas significativas.

Estas trampas resaltan los elementos psicológicos y especulativos del trading. Sirven como ejemplo de advertencia sobre los riesgos asociados con la mala interpretación de las señales del mercado y las posibles consecuencias de operar en la dirección equivocada basándose en análisis erróneos.