Cómo sucedió Probablemente todo el mundo haya oído la historia de James Howells.

En 2013, la vida de este desarrollador británico de 27 años cambió cuando tiró a la basura un disco duro que ahora puede ser el más caro del mundo.

Howells tenía dos discos duros de 2,5 pulgadas. Uno quería tirarlo y el otro tenía una billetera digital con 7.500 bitcoins.

Lamentablemente, el segundo disco duro acabó en el vertedero.

Ahora el objetivo de toda la vida del programador es encontrar ese disco duro.

El plan de James

En 2017, cuando el precio del bitcoin alcanzó los 13.000 dólares, James recordó su disco duro. Después de intentar enchufarlo, se dio cuenta de lo que había hecho.

Fue entonces cuando solicitó al Ayuntamiento de Newport que se le permitiera registrar el vertedero local.

estudiando el tráfico de camiones de basura,

James y sus camaradas redujeron el área de búsqueda a 200 metros cuadrados.

La basura está a unos 15 metros de profundidad.

Como resultado, hay que buscar alrededor de 300.000 toneladas de basura, y si el disco está en las capas superiores, entonces "sólo" 100.000 toneladas.

Reacción de las autoridades

Las autoridades de la ciudad no permitieron a James excavar, creyendo que costaría millones de libras y dañaría el medio ambiente.

Howells se ofreció a pagar una cuarta parte del tesoro encontrado, pero esto no convenció a las autoridades de la ciudad.

Todas las solicitudes de James fueron rechazadas, sin importar la opción que ofreciera.

El Ayuntamiento asegura que no aprobará la excavación bajo ningún concepto.

Howells tiene la intención de demandar, alegando que las acciones de las autoridades constituyen un embargo ilegal sobre la unidad.

Nuevas tecnologías

Howells no se ha rendido y lo ha llevado al siguiente nivel.

Espera convencer a las autoridades locales de que permitan la búsqueda en el disco duro con la ayuda de un fondo de cobertura.

Los capitalistas de riesgo de Suiza y Alemania han prometido 11 millones de dólares para el proyecto si obtiene la aprobación.

El plan es utilizar inteligencia artificial y automatización para clasificar la basura con un daño ambiental mínimo.

La basura será desenterrada por máquinas y su clasificación se llevará a cabo en una instalación temporal al lado del vertedero.

Una máquina especial Max-AI entrenada para detectar discos duros ayudará con la clasificación.

Para la seguridad, Howells imaginó videovigilancia las 24 horas y patrullas realizadas por perros robóticos Spot de Boston Dynamics.

Todo por el bien común, Howells planea quedarse con el 30% de los bitcoins. Otro 30% se destinará al equipo de recuperación de datos y a los inversores. El dinero restante irá a la comunidad local.

Después de la excavación, Howells quiere reciclar la mayor cantidad posible de desechos y volver a enterrar el resto. Su equipo está considerando construir un parque solar o eólico en el vertedero.

Howells evita pensar en el fracaso o en lo que hará con el dinero para no asustarse. Ahora está esperando recibir noticias de las autoridades, perfeccionando el plan y preparándose para comenzar a excavar.

#SOFR_Spike #US_Job_Market_Slowdown #BinanceTurns7 #ETH_ETFs_Approval_Predictions #MtGoxJulyRepayments $BTC $ETH