China ha creado un comité para dirigir el desarrollo nacional de interfaces cerebro-computadora (BCI) con la esperanza de convertirse en el líder mundial en tecnología de chips cerebrales. 

Según se informa, el comité desarrollará estándares de desarrollo a nivel nacional para competir con empresas tecnológicas occidentales como Neuralink de Elon Musk.

Interfaces cerebro-computadora

El término “interfaz cerebro-computadora” (BCI) se acuñó a principios de los años 1970. Un BCI se refiere a cualquier dispositivo que traduce las señales del cerebro a un lenguaje que pueda ser interpretado por una computadora.

Durante los últimos 50 años, científicos e ingenieros los han utilizado para estudiar el cerebro humano y desarrollar métodos para tratar diversas afecciones neurológicas. Experimentalmente, los BCI se han mostrado prometedores en el tratamiento de afecciones como la epilepsia o en su capacidad para mejorar la calidad de vida de personas con afecciones como el síndrome de enclaustramiento o la parálisis.

Recientemente, las BCI han aparecido en los titulares cuando el magnate multimillonario Elon Musk fundó Neuralink en 2016 y prometió llevar la tecnología al público en general.

La tecnología BCI de Neuralink implica un procedimiento quirúrgico invasivo para implantar el dispositivo dentro del cráneo del usuario. Como informó Cointelegraph, un dispositivo Neuralink fue implantado con éxito en un cerebro humano el 28 de enero de 2024.

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Las ambiciones de China

Según los informes, China no sólo quiere convertirse en un líder mundial en el desarrollo de BCI, sino que también quiere utilizarlos con fines de mejora cognitiva.

Queda por ver exactamente qué significa esto, pero un informe de Wired calificó uno de esos experimentos chinos como "controvertido" por las afirmaciones de que un dispositivo similar al Neuralink de Musk permitiría una "cognición mejorada".

Por cableado:

"En un foro tecnológico en Beijing... una empresa china presentó una interfaz cerebro-computadora 'de cosecha propia' que permitía a un mono controlar aparentemente un brazo robótico con solo pensar en él".

De vuelta en el lado occidental, Neuralink pospuso recientemente una operación programada para implantar un dispositivo en el cerebro de un segundo paciente por preocupaciones médicas.

Mientras tanto, Meta de Mark Zuckerberg está trabajando en un BCI no invasivo que se basaría en tecnología portátil para traducir los impulsos nerviosos a un lenguaje que pueda usarse para operar el sistema operativo de un dispositivo de visualización holográfica.