¿CÓMO FUNCIONA LA GESTIÓN DE RIESGOS?

Normalmente, el proceso de gestión de riesgos consta de cinco pasos: establecimiento de objetivos, identificación de riesgos, evaluación de riesgos, definición de respuestas y seguimiento. Sin embargo, dependiendo del contexto, estos pasos pueden cambiar significativamente.

ESTABLECIENDO OBJETIVOS

El primer paso es definir cuáles son los objetivos principales. A menudo está relacionado con la tolerancia al riesgo de la empresa o del individuo. En otras palabras, cuánto riesgo están dispuestos a correr para avanzar hacia sus objetivos.

IDENTIFICAR RIESGOS

El segundo paso consiste en detectar y definir los riesgos potenciales. Su objetivo es revelar todo tipo de eventos que pueden causar efectos negativos. En el entorno empresarial, este paso también puede proporcionar información valiosa que no está directamente relacionada con los riesgos financieros.

EVALUACIÓN DE RIESGOS

Después de identificar los riesgos, el siguiente paso es evaluar su frecuencia y gravedad esperadas. Luego, los riesgos se clasifican en orden de importancia, lo que facilita la creación o adopción de una respuesta adecuada.

DEFINICIÓN DE RESPUESTAS

El cuarto paso consiste en definir respuestas para cada tipo de riesgo según su nivel de importancia. Establece la acción a tomar en caso de que ocurra un hecho desafortunado.

MONITOREO

El último paso de una estrategia de gestión de riesgos es monitorear su eficiencia en respuesta a los eventos. Esto a menudo requiere una recopilación y análisis continuos de datos.