Ahora, cuando miro hacia atrás, me sorprendo: ¿por qué sigo enredado en algunas oportunidades que no estoy seguro de comprar?

De hecho, la esencia es no perdérselo: las consecuencias de la codicia son en su mayoría malas.

Entonces me doy un principio: si te sientes inseguro o enredado, siempre debes rendirte, a menos que quieras entender la respuesta y quieras firmemente comprarla.