La belleza de las criptomonedas radica en su capacidad de empoderar a las personas en todo el mundo al ofrecerles inclusión financiera y autonomía más allá de los sistemas bancarios tradicionales.
Sin embargo, a medida que aumentan las presiones regulatorias, existe el riesgo de sofocar la innovación y excluir a quienes dependen de las criptomonedas para obtener libertad financiera.
💡¿Podemos conciliar el cumplimiento normativo con los principios descentralizados de las criptomonedas? ¿Existe un punto medio donde los marcos legales puedan apoyar la innovación sin comprometer la descentralización?
