Keith Gill, también conocido como Roaring Kitty, se enfrentó recientemente a una demanda del inversor Martin Radev acusándolo de fraude de valores. La demanda, que fue retirada apenas tres días después de ser presentada, alegaba que Gill usó las redes sociales para inflar el precio de las acciones de GameStop para beneficio personal. A pesar del despido, Gill sigue siendo una figura importante en la saga GameStop, y su reciente compra de una gran cantidad de opciones de compra de GameStop provocó otro aumento de precios. Si bien el rápido despido sugiere motivos débiles para las acusaciones de fraude, persiste la posibilidad de futuras impugnaciones legales. La influencia de Gill en el precio de las acciones de GameStop sigue siendo vigilada de cerca por inversores y expertos legales.