El miércoles por la tarde, tropas al mando del general de ejército Juan José Zúñiga ingresaron por la fuerza al palacio presidencial y se posicionaron en la plaza exterior. Los informes noticiosos dijeron que un tanque cerró con fuerza las puertas del palacio.
Sin embargo, poco después, Zúñiga aconsejó a los soldados que se retiraran después de que los líderes internacionales condenaran las acciones del ejército como ilegales.
El presidente Arce celebró la retirada como un triunfo de la democracia boliviana y se dirigió a los ciudadanos del país tras el incidente, en el que la gente expresó su descontento con las manifestaciones callejeras contra el presunto golpe.
Sergei Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, dijo que Rusia apoya los esfuerzos de Bolivia para defender su soberanía nacional y los principios de las relaciones internacionales, informó la agencia estatal de noticias rusa TASS.
El titular de la Cancillería rusa también expresó esperanza en que se fortalezcan las relaciones bilaterales entre los gobiernos de los presidentes Luis Arce y Vladimir Putin. La cooperación implica la implementación de proyectos comerciales, económicos y de inversión, así como el desarrollo de la interacción humanitaria, cultural y educativa.
