El mundo financiero está en ebullición mientras el renminbi (RMB) alcanza un mínimo de 16 meses, lo que provoca una onda expansiva en los mercados globales. El yuan onshore cayó a 7,34 RMB frente al dólar, su nivel más bajo desde septiembre de 2023, y los temores de aranceles más severos bajo la administración de Trump alimentan la caída.
El dilema de China:
A pesar de que el Banco Popular de China (PBoC) mantiene estable su tasa de interés, el mercado teme una posible segunda guerra comercial. Los analistas sugieren que Pekín podría permitir que el RMB se debilite aún más, protegiendo las exportaciones de los golpes arancelarios pero intensificando la presión vendedora.

China se está hundiendo cada vez más en la deflación, y esto se ha convertido en un problema que se extiende más allá de sus propias fronteras. Los precios han estado disminuyendo durante seis trimestres consecutivos. Si esto continúa durante un trimestre más, China igualará el triste récord establecido durante la Crisis Financiera Asiática en la década de 1990.

No es que el gobierno chino esté inactivo. Los responsables de las políticas están haciendo intentos por abordar la situación, pero sus esfuerzos no parecen tener un impacto duradero. Y con Donald Trump preparándose para regresar a la Casa Blanca y prometiendo imponer un arancel del 60% a las exportaciones chinas, es probable que la situación empeore.