Bitcoin e incertidumbre: exploramos las propiedades de las criptomonedas como refugio
Puntos destacados
Durante los períodos de agitación del mercado, las personas a menudo recurren a inversiones confiables para proteger su capital. A estas se les suele llamar “activos refugio”.
Recientemente, se ha sugerido cada vez más adoptar criptomonedas como bitcoin en calidad de un activo refugio nuevo e innovador para protegerse contra la incertidumbre económica y la inflación desenfrenada.
En vista de las propiedades y el rendimiento de bitcoin, no se puede pasar por alto su posible viabilidad como reserva de valor a largo plazo. Sin embargo, la industria de los activos digitales aún está en sus inicios, y necesitamos más tiempo para sacar conclusiones sólidas sobre la capacidad de las criptos como refugio.
La incertidumbre ha definido la economía global últimamente, con una inestabilidad de mercado constante, interrupciones en las cadenas de suministro y aumentos de la inflación, como producto de una serie de pandemias y violentos conflictos regionales. Desde 2021, los bancos centrales de todo el mundo han estado luchando contra la inflación, que se disparó a raíz de la pandemia del COVID-19. Según datos del Fondo Monetario Internacional, la inflación promedio en todo el mundo alcanzó un 8.7% en 2022, más de dos puntos por encima del 6.4% visto en 2008 durante la Crisis Financiera Mundial. Si bien estas tasas han comenzado a suavizarse en 2023, algunos expertos aún se están preparando para la posibilidad de una recesión inminente, mientras el panorama económico mundial sigue deteriorándose frente a los choques geopolíticos.
En tiempos de caos e incertidumbre como estos, las personas a menudo recurren a activos confiables para proteger el valor de sus activos y cubrirse contra los riesgos que surjan. Por lo general, se espera que estas inversiones, conocidas como “activos refugio”, mantengan su valor durante períodos en los que el dinero fiat y el patrimonio corren un mayor riesgo de devaluación. En los últimos años, se ha sugerido cada vez más adoptar criptomonedas como bitcoin en calidad de activos refugios, lo que ofrece alternativas innovadoras a los medios tradicionales. Este artículo examinará el argumento a favor de que las criptomonedas, particularmente BTC, pueden servir como activos refugio, y hará hincapié en la dinámica macroeconómica, los mecanismos de las criptomonedas y las objeciones de los críticos.
Activos refugio
Los activos refugio son instrumentos financieros que retienen o aumentan el valor durante períodos de turbulencia en el mercado. Estos activos actúan como una forma de seguro, dado que ofrecen estabilidad o incluso posibles ganancias cuando otras inversiones se debilitan. Los ejemplos tradicionales más conocidos son quizás el oro y los bonos gubernamentales. A lo largo de la historia, el oro ha demostrado ser una reserva de valor confiable, ya que su valor a menudo sube durante las recesiones económicas. De igual manera, los bonos gubernamentales, especialmente los de gobiernos estables como Estados Unidos, se consideran seguros porque están respaldados por una garantía de reembolso de un emisor confiable.
En la era digital, algunas criptomonedas comenzaron a posicionarse como una posible clase de activo refugio. Los activos digitales como bitcoin operan en una red descentralizada, lo que los hace inmunes a la interferencia del gobierno; un factor atractivo en tiempos de incertidumbre económica. A pesar de los períodos de extrema volatilidad y espectaculares correcciones de precios, la trayectoria general de bitcoin ha ido al alza durante toda su historia, lo que despierta el interés en el activo como una posible reserva de valor a largo plazo para cubrirse contra la inflación y la volatilidad del mercado. Esta es la razón por la que a veces se menciona a BTC como “oro digital”, y se destacan sus características en común con el activo refugio más utilizado históricamente.
El sistema fiat
El actual sistema monetario mundial se basa en el dinero fiat principalmente, y cuenta con monedas respaldadas por la confianza en los gobiernos y los bancos centrales en lugar de oro u otros productos básicos. En un sistema monetario fiat, los bancos centrales pueden combatir la incertidumbre económica y la inflación ajustando instrumentos de políticas, como las tasas de interés y las proporciones de reservas. También pueden incrementar el suministro de dinero para estimular el crecimiento.
Si bien esta naturaleza reactiva de la política monetaria ofrece la fortaleza de la adaptabilidad, también puede servir para exacerbar los problemas en la economía en casos donde la elección de una política resulta ineficaz. Esto se vincula con la naturaleza de la política monetaria en el sistema fiat de turno que emplea procesos centralizados de toma de decisiones. Las vulnerabilidades de este sistema han llevado a muchas personas a desconfiar de él y buscar alternativas. Aquí es donde entra en juego el atractivo de las criptomonedas, que emergen de su naturaleza descentralizada y algorítmica.
¿Qué diferencia a las criptomonedas?
Fundamentalmente, las criptomonedas operan de manera diferente al sistema fiat tradicional. Su descentralización implica que no están bajo el poder de ninguna autoridad central, y son los algoritmos los que dictan su dinámica monetaria en lugar de las decisiones humanas. Los activos digitales están diseñados para comportarse de manera diferente a los instrumentos financieros tradicionales; esto refleja la visión fundacional detrás de esta clase de activos para crear un sistema libre de las problemas estructurales de las finanzas tradicionales.
Esta visión es la causa por la que vimos el surgimiento de una amplia gama de criptomonedas, cada una de las cuales experimenta con la mecánica financiera tradicional a su manera e intenta mejorarla. Una característica definitoria que tienen en común es la interacción entre dinámicas inflacionarias y deflacionarias. Ten en cuenta que aquí los términos “inflacionario” y “deflacionario” consideran cambios en el suministro de monedas más que cambios en el precio, como ocurre en el uso económico tradicional.
Criptomonedas inflacionarias vs. deflacionarias
Las criptomonedas inflacionarias están diseñadas para experimentar un incremento gradual en su suministro circulante a lo largo del tiempo. Esto sucede a través de diversos mecanismos, entre ellos la minería o el staking. La idea básica es similar a la de las monedas fiat, donde los bancos centrales imprimen más dinero. Se implementa la inflación para incentivar la seguridad de la red y la participación, así como para reemplazar las monedas perdidas. Sin embargo, si el aumento del suministro sobrepasa la demanda, puede llevar a la depreciación con el paso del tiempo, al igual que en las monedas fiat.
Las criptomonedas deflacionarias, por otro lado, están diseñadas para reducir su suministro con el paso del tiempo. Esto sucede a través de diversos mecanismos, como la quema o el halving, donde una determinada porción de tokens se saca permanentemente de circulación. Esta reducción del suministro puede llevar a un aumento en el valor de cada token con el paso del tiempo si la demanda se mantiene igual o aumenta, lo que recompensa a los holders a largo plazo.
Bitcoin
Bitcoin emplea dinámicas tanto inflacionarias como deflacionarias. Es una criptomoneda inflacionaria porque introduce nuevas unidades en su suministro circulante a través de la minería. Y por el contrario, es deflacionaria debido a sus mecanismos de halving y escasez. La tasa de inflación de bitcoin está diseñada para disminuir con el tiempo a medida que la cantidad de nuevas unidades creadas y obtenidas por los mineros se reduce a la mitad aproximadamente cada cuatro años. Además, el suministro total de BTC tiene un límite máximo de 21 millones de unidades. Una vez que se hayan minado todos los bitcoins (se espera que esto ocurra alrededor del año 2140), no se producirán más unidades nuevas, algo que en definitiva da lugar a la escasez y convierte a la moneda en un activo deflacionario en el largo plazo.
Bitcoin como reserva de valor a largo plazo
El suministro total de BTC tiene un límite máximo de 21 millones, por lo que da lugar a la escasez; esto tiene un gran contraste con las monedas fiat potencialmente infinitas. Además, el valor de bitcoin no se condice directamente con los mercados financieros tradicionales y, por ende, está aislado de los cambios económicos que impactan en las monedas tradicionales. Estos factores pueden hacer que BTC sea una posible reserva de valor incluso en tiempos inflacionarios.
El potencial de bitcoin como activo refugio se puede ver directamente a través del rendimiento de su precio en los últimos tiempos. Desde principios de 2023 hasta finales de octubre, bitcoin ha subido de precio aproximadamente un 108%, con lo que superó a activos refugio tradicionales, como el oro y los bonos, por un margen considerable. Por supuesto, considerando que BTC ha existido por menos de dos décadas, estas inversiones tradicionales tienen un historial más convincente que abarca un período de tiempo mucho más largo. Aun así, no se puede pasar por alto la persistencia de la trayectoria alcista de bitcoin.
Si bien recientemente el rendimiento del precio de BTC ha sido impresionante, su viabilidad como activo refugio y reserva de valor a largo plazo no es un hecho. Los registros del pasado no son un indicador fiable de resultados futuros. Los críticos a menudo destacan la volatilidad del precio de bitcoin y mencionan los riesgos asociados con las propias criptomonedas, como las incertidumbres regulatorias y los problemas de seguridad.
Argumentos en contra
El argumento de bitcoin como activo refugio se basa principalmente en su suministro limitado, su capacidad percibida de reserva de valor y su resistencia frente a las fluctuaciones del mercado tradicional. Sin embargo, la idea está lejos de ser indisputable. Las criptomonedas a menudo se asocian con una alta volatilidad, que puede actuar como un arma de doble filo. Por un lado, esto puede resultar en grandes recompensas; pero, por el otro, puede generar pérdidas significativas a corto plazo.
Por ejemplo, el precio de bitcoin se disparó a casi 20,000 USD en diciembre de 2017 antes de caer por debajo de los 3,500 USD un año después, en diciembre de 2018. Más recientemente, bitcoin alcanzó su máximo histórico de más de 68,000 USD en noviembre de 2021 antes de volver a caer a menos de 16,000 USD un año después, en noviembre de 2022. Además de este historial de volatilidad del precio, existen riesgos más amplios respecto a las criptomonedas en general, como la incertidumbre regulatoria y amenazas a la seguridad.
Sin embargo, estas cuestiones surgen de la naturaleza emergente de los activos digitales, cuyo panorama aún se está desarrollando. A medida que las criptomonedas siguen ganando fuerza como una clase de activos consolidada, la claridad regulatoria y una mayor adopción ayudarán a aliviar las preocupaciones anteriores. Por ahora, no se puede negar la viabilidad potencial de bitcoin como activo refugio.
Conclusiones
En un mundo donde la economía global profundamente interconectada se ve sofocada por conflictos, pandemias y una inflación generalizada, existe una fuerte necesidad de contar con activos que mejoren las posibilidades de las personas de preservar el valor de sus ahorros y capital. El diálogo sobre el potencial de bitcoin como activo refugio sigue vigente. Dadas sus propiedades incorporadas y su consistente rendimiento de mercado en los últimos tiempos de turbulencia en el mercado, muchas personas empezaron a ver a bitcoin como un medio nuevo e innovador de reserva de valor y cobertura ante la incertidumbre económica. El tiempo dirá si las propiedades de BTC como refugio seguirán brillando a largo plazo.