La criptomoneda Cardano $ADA parece haber despertado de su letargo. Después de un año lleno de desafíos y bajo rendimiento, noviembre ha traído un cambio inesperado, mostrando signos de recuperación.
El 2024 no había sido un buen año para $ADA. Desde enero, su desempeño fue gris, con una marcada tendencia bajista.
En agosto pasado, la criptomoneda llegó a perder su lugar en el codiciado top 10 de activos digitales por capitalización de mercado. Sin embargo, noviembre marcó un punto de inflexión.
Mientras los ojos del mercado se fijaban en el ascenso meteórico de bitcoin (BTC), que se acerca a los ansiados 100.000 dólares, ADA ha logrado un incremento del 156% en solo un mes.
Esto le permitió recuperar terreno, alcanzando una capitalización de mercado de 31.800 millones de dólares, lo que le devolvió la novena posición en el ranking global de criptomonedas.
A pesar de este notable progreso, ADA sigue estando un 70% por debajo de su máximo histórico de 3 dólares, alcanzado en septiembre de 2021. Pero los indicadores del mercado sugieren que la criptomoneda está entrando en un nuevo ciclo alcista.
Qué impulsa a $ADA ?
Uno de los principales catalizadores del auge actual en el mercado de las criptomonedas, incluido ADA, es la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Las transacciones realizadas por «ballenas» (grandes inversionistas) están en su punto más alto en seis meses, señalando un renovado interés por parte de actores clave del mercado.
Además, surgieron rumores de que el creador de Cardano, Charles Hoskinson, podría ser considerado como asesor de criptomonedas del presidente electo. Aunque Hoskinson desmintió estas especulaciones, recomendó a Brian Armstrong, CEO de Coinbase, para ocupar ese puesto.
Hoskinson destacó que el asesor ideal debe ser neutral y tener una visión estratégica que una a toda la industria. “Podría construir una amplia coalición para unir a la industria y ayudar a lograr que el gobierno tome acciones reales, incluida la aprobación de nuevas leyes”, afirmó.