Todo indica que esta vez la incertidumbre no dominará a los participantes del ecosistema de Bitcoin. Si el activo logra encontrar un soporte sólido en la línea amarilla que muestra una desaceleración en su caída, es muy probable que veamos niveles cercanos a los 140,000 antes del 7 de diciembre. Esto podría significar un impulso significativo para otros proyectos relacionados, con un incremento considerable en su valoración.
Nosotros seguimos manteniendo nuestra posición en corto, con un objetivo en los 77,000. Sin embargo, si notamos un cambio claro en la tendencia, cerraremos esa operación para empezar a operar en largo y aprovechar el movimiento alcista.
Por eso, considero que estamos presenciando uno de los mayores momentos de crecimiento en la historia de este mercado. Las personas que forman parte del ecosistema podrán obtener resultados positivos y observar el impacto de este movimiento. Este año promete ser transformador para quienes participan en esta nueva economía digital.