Bajo una avalancha de sanciones occidentales, Rusia se vuelve hacia un aliado inesperado: el Bitcoin. Esta criptomoneda insignia, que Moscú tiene la intención de aprovechar, se impone como una escapatoria para eludir el dólar y las restricciones financieras. Con condiciones ideales para la minería de bitcoin, el país aspira a convertirse en un actor principal del sector. Pero este giro estratégico plantea preguntas cruciales sobre sus implicaciones económicas y legales.
Desde septiembre de 2024, Rusia, que se acerca a un desastre económico, experimenta un régimen legal que permite la utilización de activos financieros digitales (DFA) en el comercio internacional. Según Anton Siluanov, ministro de Finanzas, estas herramientas modernas, incluyendo el bitcoin, podrían reemplazar de manera efectiva al dólar en las transacciones.
Podemos pagar la entrega de bienes con activos financieros digitales. También es posible con el bitcoin, que estamos minando aquí », declaró en el canal Russia-24.
Concretamente, este enfoque ofrece varios beneficios:
Reducción de la dependencia del dólar estadounidense;
Facilidad de intercambios con países bajo sanciones similares;
Explotación de los vastos recursos energéticos rusos para la minería.
El país no se limita a minar: tiene la intención de desarrollar una infraestructura robusta para expandir estas prácticas a partir de 2025. Pero cuidado, no todo es color de rosa a pesar de un mercado crypto en pleno auge: Siluanov advierte a los ciudadanos sobre los riesgos de especulación crypto, recordando que el bitcoin no es un camino rápido hacia la riqueza.
El trading cripto, entre oportunidades y prudencia
Si Rusia legaliza la minería de bitcoin, sigue siendo cautelosa ante el trading crypto. El noviembre pasado, Siluanov recomendó no invertir en bitcoin, mientras que este coqueteaba con los picos históricos.